Por Carina López y Pool Contreras
MÉXICO/Xinhua
Para los mexicanos, elaborar un papalote o una cometa de papel significa pasar la tarde con la familia creando una pieza única que será capaz de volar e iluminar el cielo con fantásticas formas y colores.
A través de los años, este antiguo objeto de origen chino ha enaltecido su valor en México a través de las manos de talentosos artesanos que lograron plasmar sus ideas en papalotes monumentales que se exhiben con gran éxito en el Museo de Arte Popular (MAP) de la capital mexicana.
Las cometas llegaron a México luego de la ocupación española y adoptaron el nombre de papalote, un término que proviene de la palabra náhuatl «papalotl», que significa mariposa. En esta ocasión, el MAP presenta 26 obras originales procedentes de los estados de Hidalgo, Puebla, Estado de México, Zacatecas y Ciudad de México.
La muestra, que estará abierta hasta el próximo 21 de abril, es resultado del 17º Concurso de Papalotes que organiza el MAP cada año para resaltar el trabajo de los artistas dedicados a la fabricación de cometas.
«Manifestar que la intención de este concurso es mantener el oficio y también, por otro lado, estar fomentando el tejido social porque de esta forma la gente está haciendo los papalotes con la familia, con los amigos, con los cuates (amigos) del barrio, con los de la escuela; en fin, todo este tipo de cosas que de alguna forma van manteniendo el trabajo comunitario», explicó este sábado a Xinhua el director general del MAP, Walther Boelsterly.
Parte de esta tradición, continuó el directivo, es trabajar en equipo y mantener la unión entre los barrios que se han especializado en el oficio y en la fabricación de papalotes. «Este orgullo que tiene la gente de barrio por conservar sus tradiciones nos da la pauta de que podemos tratar con todos ellos (los artesanos) para seguir manteniendo un oficio y esta es la manera en la que lo estamos haciendo», expresó Boelsterly.
Debido a su gran tamaño, los artesanos arman sus obras en la Ciudad de México, sitio en el que los amantes de los papalotes intercambian experiencias y alimentan esta tradición. «Eso nos da posibilidad de trabajar con ellos, de platicar, de averiguar qué está sucediendo», refirió el promotor de arte.
En otro orden de ideas, el director del MAP comentó que China y México comparten la divertida tradición de hacer y volar cometas, pues ambas civilizaciones muestran su cultura y su arte al mundo creando magníficas figuras de animales o personajes fantásticos con papel y madera. La tradición de volar cometas en China existe desde hace más de 2.000 años.
La ciudad de Weifang, ubicada en la provincia china de Shandong, es la sede de la Asociación Internacional de Cometas, misma que organiza cada año el Festival Internacional de Cometas, donde miles de visitantes participan en competiciones referentes a este artificio volador y otros acuden a observar el colorido espectáculo.
«En el caso de Weifang, que hace este concurso importante, se vienen a retomar los orígenes en cuanto a la navegación, la historia de que se utilizaban en las embarcaciones para saber hacia dónde iba el viento y, en el caso de la agricultura, para saber de dónde venía el aire húmedo y cómo se iba a utilizar para la siembra», precisó Boelsterly.
China, consideró, es una cultura madre y una de las más importantes del mundo, por lo que «estoy seguro de que no existe un sitio que no se haya visto influenciado por esa nación». «En el caso concreto de papalotes, estos tenían que ver siempre con la cuestión de la naturaleza, no nada más para saber la fuerza y la intensidad del viento y la dirección, sino para poder saber cómo venían las cosechas», detalló el también curador.
Tanto en China como en México, los diseños de las cometas suelen reflejar elementos de la vida y estética populares, mismos que encarnan la herencia de ambas culturas ancestrales. En adición, el directivo consideró atractivo e interesante poder lograr una colaboración con Weifang, pues se daría a conocer lo que México hace a través del papalote y lo que se hace en China a través del Festival Internacional de Cometas de esa ciudad, que se celebra en abril de cada año.
«Nosotros estaríamos con la mejor disposición de que se pudiera establecer este contacto, esta relación y poder, en un momento dado, presentar piezas chinas aquí en el Museo de Arte Popular y, ¿por qué no?, enviar algunas piezas de México a China», añadió el directivo.
