En toda la Biblia encontramos invaluables consejos de vida. Hoy le voy a compartir tres, que harán su vida más fácil, ligera, llevadera y próspera. Tres joyas que le evitarán meterse en problemas y que, por lo tanto, harán que su vida y la de los que le rodean sea mejor, más cómoda y tranquila. Dios dice:
“Mis amados hermanos, quiero que entiendan lo siguiente: todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse.” (Santiago 1:19)
Ahora veamos que significan estas tres cosas.
- Rápidos para escuchar, es decir para poner atención y comprender lo que se está oyendo, pero no todo merece ser escuchado, porque hay muchas voces que solo están expresando basura, o cosas intrascendentes, o negativismos, o críticas, o mentiras, o cosas perversas.
No desperdicie su tiempo y mente en eso, más bien necesita escuchar solo lo que le es de provecho, lo que le conviene, lo que le edifica, lo que le va a bendecir o bendecir a otros, lo que le va a hacer crecer y fortalecerse.
Sea pronto para escuchar a su conyugue y a sus hijos. Sea pronto para escuchar el consejo sabio, la enseñanza formal, la Palabra de Dios y la voz del Espíritu Santo. Eso es lo mejor y más importante de escuchar. Por escuchar la Palabra llega a salvación y puede llegar al crecimiento más trascendental de su vida.
- Lentos para hablar. Se refiere a que controle su boca. Se trata de no ser impulsivo, de no interrumpir al otro y de pensar antes de hablar.
A veces escuchamos a alguien decir: “Si no hubiera dicho eso, todo estaría bien. Me metí en problemas por bocón.” Creo que a todos nos ha pasado.
La lengua es un poderoso instrumento que domina y dirige las vidas de las personas. Una lengua sin control mete en muchos problemas, ofende y contamina todo a su alrededor.
Se dice que las palabras se las lleva el viento, pero no es así. Las palabras se siembran en la mente y en el corazón de quién le escucha. Puede sembrar para bien o para mal, la cosecha siempre será de acuerdo con lo que siembre en su esposa, en sus hijos, en la iglesia y en todos los que le rodean. Si su hablar es malo, el problema empeora pues usted mismo se está contaminando.
Sin embargo, esta instrucción no puede llevarse a cabo de forma mecánica, porque la Biblia dice que “de la abundancia del corazón habla la boca”, es decir, solo puede hablar lo que hay en su interior, por lo tanto, es necesario que se llene de la Palabra de Dios y de su Espíritu, si es que quiere sembrar y cosechar bendición. Y eso le conviene.
- Lentos para enojarse. El enojo es la emoción más misteriosa y poderosa que enfrentamos y potencialmente también es la más peligrosa. Dios no dice que no nos enojemos, hay causas justas para el enojo, lo que dice es que no nos domine el enojo y hagamos cosas indebidas.
Una persona de «mecha corta» es alguien que se enoja o irrita con facilidad y rápidamente pierde la paciencia. Esta expresión se utiliza para describir a alguien que es propenso a explotar emocionalmente o a tener reacciones exageradas ante situaciones que podrían ser manejadas con más calma y control.
Las personas con “mecha corta” son inseguras, tienen una baja tolerancia a la frustración y son impulsivas, exageradas e imprudentes en su comportamiento y comunicación, sin medir ni pensar en las consecuencias. Hieren y destruyen relaciones, especialmente con sus más cercanos y se exponen a respuestas aún más agresivas o violentas. Además, va a tener consecuencias negativas para su salud física, emocional y espiritual.
Tiene que hacer su esfuerzo, poner de su parte, pero, además, necesita ayuda. Puede ir al sicólogo o medicarse, pero su única solución total y definitiva es el Espíritu Santo, porque su fruto es dominio propio, paciencia y amabilidad.
Estos son los 3 valiosos consejos de vida que cambiarán para bien sus circunstancias. Pero recuerde que la bendición de Dios no viene por solo oírlos, sino por ponerlos en acción.
Pastor Jorge Cupido
@jorgecupidoqro
jorgecupido@hotmail.com
EL SELLO
@ElSelloQueretaro
Domingos, 11.30 am
San José 498, Col. Carrillo Puerto, a 100 m. de Av. 5 de Febrero
Querétaro, Qro.