MÉXICO/Xinhua
La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, aseguró este martes que existe un buen ánimo de los mercados de capitales para invertir en este país latinoamericano por su fortaleza económica y estabilidad política comprobable.
«La situación política del país es muy buena, hay una estabilidad política en México mostrada en la última elección, hay democracia, hay libertades; la situación económica es buena», remarcó la futura presidenta de México. Asimismo planteó que el presupuesto para 2025 mantendrá un déficit fiscal de entre un 3 y un 3,5 por ciento del producto interno bruto (PIB), sin generar mayor deuda.
«Nosotros estamos planteando que para el próximo año podemos hacer un presupuesto que tenga un déficit de entre un 3 y un 3,5 por ciento y ya sabemos cómo van a salir los recursos, de dónde», explicó Sheinbaum un día después de que la agencia calificadora Fitch Ratings presentara un informe sobre los retos y oportunidades que tendrá el próximo Gobierno de México para el periodo 2024- 2030.
Según la calificadora, a partir del próximo 1 de octubre, Sheinbaum heredará una economía estable, respaldada por un sólido marco de política macroeconómica que sigue siendo una fortaleza clave para la calificación soberana.
Indicó que el débil crecimiento económico de México ha sido un desafío de largo plazo y una limitación clave para la calificación soberana, toda vez que la segunda mayor economía de América Latina, después de Brasil, ha promediado un PIB real del 1,7 por ciento entre el año 2000 y el 2023, muy por detrás de la mediana del 3,6 por ciento del segmento con calificación BBB.
«Yo siempre dije (que) va a haber una relación razonable entre el PIB, no vamos a endeudar irresponsablemente al país, vamos a mantener las condiciones macroeconómicas, vamos a mantener la autonomía del Banco de México y, al mismo tiempo, seguir fortaleciendo la economía de nuestro país», enfatizó Sheinbaum.
Según Sheinbaum, la ejecución de recursos para el siguiente año concuerda con su proyecto de campaña y los ejes son destinados a programas sociales, salud, vivienda e infraestructura, añadiendo que en el sector de la construcción existe la posibilidad de generar un importante número de empleos.
