ALEPPO, Siria, 8 feb (Xinhua) — «Ellos (los estadounidenses) deben levantar las sanciones ¡Qué vergüenza!», dijo enojado un superviviente del terremoto en la ciudad noroccidental siria de Aleppo, al denunciar las sanciones de EE. UU. que han hecho extremadamente difícil para esta ciudad, entre otras zonas afectadas por el sismo en Siria, acceder a la ayuda humanitaria internacional tan necesaria en estos momentos.
«Necesitamos ayuda, pero no podemos conseguirla por las sanciones de EE. UU.», declaró a Xinhua Aisha al-Hilu, una profesora residente en Aleppo, quien añadió que su familia abandonó la vivienda sin llevarse ninguna pertenencia y que necesitan desesperadamente alimentos y ropa debido al clima frío y lluvioso.
Aleppo está entre las ciudades más golpeadas por los potentes terremotos del lunes, que sacudieron largas franjas de terreno sobre la frontera turco-siria. La oficina de Prensa del cuartel general de la gobernación de Aleppo informó el martes a Xinhua que estos terremotos han matado a al menos 364 personas, herido a otras 702 y destruido 52 edificios en la ciudad.
Tras los terremotos, caminar por la ciudad da una sensación de familiaridad porque las escenas de destrucción no son novedad en Alepo. De hecho, gran parte de la ciudad ya había sido destruida por los brutales conflictos armados librados desde 2012 hasta 2016. Los potentes terremotos, que mataron a miles de personas en Siria y Turquía, solo han dejado más cicatrices en el destrozado cuerpo de la ciudad.
Muhammad Baslat, un servidor civil de Aleppo, comentó que mientras su memoria de la guerra permanece vívida y fresca, los terremotos han exacerbado la angustia de los sirios.
«La guerra y sus calamidades no están lejos de nosotros. Y aquellos que sobrevivieron esta guerra cruel ahora tienen que luchar para sobrevivir a esto», lamentó Baslat. «Las sanciones estadounidenses no tienen justificación, son injustas e introducen más presión sobre nosotros en este momento difícil», aseveró.
Aleppo y otras muchas provincias del norte de Siria están también entre los lugares más devastados por la guerra en el país árabe.
Una década de guerra, junto con las sanciones occidentales, han dañado infraestructuras y empobrecido a millones en el norte de Siria, haciendo que la población local sea más vulnerable a los desastres naturales.
El Ministerio sirio de Relaciones Exteriores señaló el martes que las sanciones de EE. UU. están bloqueando las labores humanitarias en Siria.
Como acceder a los equipos necesarios está prohibido por EE. UU., los sirios están retirando los escombros a mano o bien recurren al uso de utensilios rudimentarios, denunció el ministerio, añadiendo que los sirios también tienen vetado el acceso a medicinas de primera necesidad y equipamiento médico.
Además, los sirios residentes en las ciudades más afectadas por los terremotos enfrentan una escasez severa de combustible y gas para poder calentarse conforme las tormentas de invierno siguen golpeando la zona del desastre.
Hasta el martes, más de 800 personas han perdido la vida en Hama, Aleppo, Latakia, Tartous y el área bajo control de los rebeldes en la provincia de Idlib; según el ministerio.
