Rubén Maya es un artista visual, oriundo de Huimilpan, con décadas de experiencia. Asimismo es Licenciado y Maestro en Artes Visuales por la FAD, UNAM (donde también es docente de posgrado) y Doctor en Bellas Artes por la Universidad Complutense, Madrid, España.
Ha realizado 98 exposiciones individuales y más de 230 colectivas en México, Canadá, Noruega, Japón, Colombia y más países del mundo. Y ha sido el ganador de 8 premios nacionales, 4 internacionales y numerosas becas y preseas, entre las cuales se encuentran: el Premio Estatal de Cultura del estado de Querétaro; el primer lugar en la V y IX Bienal Nacional Diego Rivera; el INBA, Premio especial XVII Edición del Premio Firenze, Florencia, Italia; el primer lugar en la I Bienal Nacional José Clemente Orozco, CONACULTA; entre otros varios.
Arte y academia
No es común escuchar que un artista cuenta con estudios de posgrado, pero, para Rubén Maya, el estudiar una maestría y doctorado servían a dos propósitos fundamentales. Por un lado le interesaba estudiar y establecerse en otro país, en este caso, en España; sin embargo, llegó a la conclusión de que México es un lugar importante, aun con sus complicaciones, no sólo por su dinamismo en el mercado del arte, sino porque es su tierra.
El segundo propósito era el de seguir sus estudios hasta llegar al grado académico más alto, de esa forma, aun si no lograba una buena venta en sus obras, podría dar clases en alguna universidad; en otras palabras, servirían como “protección financiera”. Sin embargo, es una persona a la que siempre le ha gustado estudiar, que considera importante estar preparado desde todos los ámbitos y ser lo más profesional que se pueda.
La docencia
Rubén Maya tiene una larga carrera como docente en la máxima casa de estudios de México, que inició en la década de los 90, después de haber transitado en el medio artístico y conocer su área de especialidad. Desde ese entonces lo ha impulsado la idea de poder ayudar a los estudiantes a encontrar su identidad estética y artística.
Una experiencia que le ha servido a nivel artístico y personal, pues el impartir cátedra en posgrado le da la oportunidad de llevar proyectos de investigación, de seguir aprendiendo y le da el sentido de responsabilidad y compromiso de seguir actualizándose. Y, al mismo tiempo, le permite tener conciencia de dónde está o puede estar situada su obra en los parámetros del arte contemporáneo.
El artista
Fueron los paisajes de su niñez, el campo, los animales, los árboles, su familia y, sobre todo, un bachillerato de tinte humanista en el que las artes eran un ángulo importante en la educación los factores que llevaron a Rubén Maya a convertirse en un artista visual. Y se caracteriza porque, casi desde el inicio de su carrera, mantuvo un sentido formal en su obra con temáticas que han ido evolucionando.
El Dr. Rubén siempre busca mantener un sentido de coherencia discursiva y expresiva, por lo que ha trabajado en distintas técnicas y disciplinas como la pintura, el grabado, el dibujo, la instalación con escultura y la iconografía. Todo esto tomando una posición estilística que lo enmarca en la corriente del llamado Neo expresionismo simbólico.
Vivir de las obras
Al igual que muchos artistas, para Rubén siempre fue un objetivo el poder vivir de sus obras. Y tuvo la fortuna de tener un par de maestros que, a mitad de la carrera, lo empujaron a tomar estrategias de proyección de sus obras en los medios y lugares apropiados, a participas en los mecanismos de legitimación de obra y trayectoria (concursos, becas y residencias), los cuales daban en el medio artístico nacional.
Es así que participó en escaparates de legitimación artística, abriendo las puertas para que galerías, museos e instituciones se fijaran en sus obras, para forjar enlaces de venta con galerías o coleccionistas interesados en sus obras.
“Por supuesto, fue difícil al principio pero luego se fue mejorando la dinámica y afortunadamente desde ese entonces hasta la fecha tengo la fortuna de vivir de mi trabajo plástico”
Entre México y Querétaro
Rubén Maya desde hace tiempo vive entre la Ciudad de México y la Ciudad de Querétaro. Para él es muy interesante vivir tanto en una ciudad con dinamismo cultural y en otra que está en constante dinámica y crecimiento. Sin embargo, es su propósito a mediano plazo el vivir sólo en “nuestro Querétaro lindo y querido” y, si la vida le da la posibilidad, residir en su natal Huimilpan.
