MÉXICO, 19 abr (Xinhua) — Una esperada aceleración de la relocalización de compañías para instalarse en México podría ser más lenta de lo previsto por los costos que implica para la industria manufacturera global, estimó el miércoles un reporte del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA).
El Informe «Situación Regional Sectorial» de la institución española señaló que es «una tarea compleja» identificar si México está aprovechando al máximo el proceso de relocalización, conocido con varios términos como «nearshoring».
Hasta ahora, los grandes agregados macroeconómicos de México no muestran un impulso positivo claro a los diversos eventos que han contribuido a la reconfiguración de las cadenas globales de valor, indicó el grupo financiero.
Por ejemplo, la participación de México en las importaciones de Estados Unidos, su principal socio comercial, se ha mantenido estable desde 2018, lo que sugiere que el fenómeno esperado de la relocalización aun es discreto.
«A pesar de que las cifras de participación en las exportaciones estadounidenses no han aumentado desde 2018 para el caso mexicano, cabe la posibilidad de que si hubiese interés de una eventual relocalización hacia México por parte de empresas extranjeras, ésta pudiera demorarse algunos meses o años más antes de materializarse», indicó.
«Es decir, el movimiento de equipo e infraestructura productiva al que se enfrentaría una empresa al moverse de un continente a otro es altamente costoso, no solo en términos de transporte, sino también en términos de planeación y desarrollo de nuevas redes de proveeduría y en obtención de permisos», añadió.
México tiene potencial para aprovechar el actual proceso de «nearshoring», al tener una plataforma de exportación manufacturera de las más desarrolladas y competitivas del mundo, y un tratado de libre comercio moderno con América del Norte, indicó BBVA.
El subsector manufacturero de Electrónicos y Computación podría ser el de mayor probabilidad para recibir el impulso de la relocalización, resaltó.
BBVA sugirió incentivar la inversión privada, ya que la relocalización es «una oportunidad histórica» para dar impulso a la economía, pero también representa una ventana que posiblemente se cerrará en el mediano plazo.
La economía mexicana, la segunda mayor de América Latina después de Brasil, creció 3,1 por ciento en el 2022, desde la expansión del 4,7 por ciento observada el año precedente.
La gubernamental Secretaría (Ministerio) de Hacienda estima que el fenómeno de la relocalización de cadenas de valor tienen el potencial de elevar el crecimiento económico hasta en 1,2 puntos porcentuales para los próximos cuatro años.
