viernes, octubre 18, 2024

Protección a los hijos – Jorge Cupido

Una de nuestras funciones como padres es protegerlos toda la vida, es una tarea que no se acaba, aunque las circunstancias obviamente van cambiando según crezcan.

Hay, por lo menos, 4 áreas en las que debemos proteger a nuestros hijos: en lo físico, en su corazón, en su mente y en su espíritu, porque hay un enemigo que anda como león rugiente buscando devorarlos. Es malvado, implacable y sin compasión. No puedes desentenderte de tus hijos y dejarlos a merced del mundo y del maligno porque los van a destrozar en una o en varias áreas. 

Dentro de todo lo maravilloso, espectacular y sobrenatural que estaba sucediendo con el nacimiento de Jesús, de repente nos encontramos con un pasaje que parece fuera de lugar, cuando Herodes mandó matar a todos los niños menores de dos años en Belén y en sus alrededores: “Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías: «Se oye un grito en Ramá, llanto y gran lamentación; es Raquel, que llora por sus hijos y no quiere ser consolada; ¡sus hijos ya no existen!» (Mateo 2:17-18)

Herodes, manipulado por Satanás, quería matar al bebé Jesús, pero José fue advertido y huyó a Egipto para proteger a su hijo.

La profecía habla de Raquel, que era la esposa Jacob. Cuando estaba embarazada de su segundo hijo, Jacob se puso de viaje con toda su familia. Cuando estaban en el camino a Belén, Raquel tuvo un parto muy difícil y ella estaba llorando, porque sabía que iba a morir ahí y sus hijos quedarían desamparados sin ella. Así que con su último aliento le puso por nombre al niño Benoni, que significa “hijo de mi tristeza”.

Raquel muere y le quitan al recién nacido de sus brazos y al pequeño José de su lado. Ella no lloraba porque iba a morir sino porque iba a perder a sus hijos. Raquel es enterrada cerca de un lugar llamado Ramá. 

Siglos después, Nabucodonosor ataca e invade a Judá, asesina a una gran cantidad de judíos y da la orden de que se lleven a niños y  jóvenes judíos a Babilonia para educarlos en su cultura y tenerlos a su servicio. Primero fueron concentrados en Ramá, ahí fueron arrancados de los brazos de sus padres que los lloraban desconsolados. Jamás los volverían a ver. 

Nabucodonosor representa a Satanás y lo que hace es arrancar a los niños y jóvenes del pueblo de Dios, separarlos de sus padres y enseñarles su propia cultura mundana y perversa.

Esto es lo que sigue haciendo hasta ahora. El diablo está atacando a las familias para separar a los niños y jóvenes de sus familias, especialmente los quiere fuera de la iglesia y del Reino eterno. Los quiere en su reino, los quiere usar en sus propios fines y quiere que compartan su terrible destino.

La buena noticia es que no tiene que lograrlo, porque los creyentes son un pueblo que tiene a Dios y sus poderosas armas de su lado. 

Si has protegido a tus hijos, felicidades, sigue haciéndolo. Pero si tú estás en Ramá, si tu hijos te están siendo arrebatados o te han sido ya arrebatados te tengo una buena noticia porque Dios tiene una maravillosa promesa: “Así dice el SEÑOR: «Reprime tu llanto, las lágrimas de tus ojos, pues tus obras tendrán su recompensa: tus hijos volverán del país enemigo —afirma el SEÑOR—. Se vislumbra esperanza en tu futuro: tus hijos volverán a su patria —afirma el SEÑOR—. ” (Jeremías 31:16-17, NVI)

Esto es extraordinario y no importa la edad que tengan tus hijos. También aplica a tus hijos espirituales que se han apartado. 

Jesús, Dios mismo, vivió y murió para que todo el que en Él crea sea salvo por la eternidad, pero también tiene toda la autoridad en los cielos y en la tierra y la delegó en ti. Así que tienes el poder de evitar que tus hijos te sean arrebatados por el diablo y por el mundo.

Dios está dando una poderosa promesa, pero tú tienes que hacer algo, con respecto a tus hijos, para que se cumpla:

  1. INSTRUIRLOS. Los padres enseñamos por ejemplo y por instrucción. Las principales enseñanzas que les debemos transmitir son los principios morales, los buenos modales y, especialmente, los caminos de Dios, para que así puedan disfrutar de todas las bendiciones, cuidados, prosperidad, seguridad y futuro que tiene para ellos.
  • PROTEGERLOS DE TODO PELIGRO. Hay peligros naturales para los niños como el fuego, pero también hay acechanzas sexuales, de adicciones, de corrupción, de dolor, de violencia, de rebeldía, de religiones, de filosofías y de muchas más clases. Los peligros pueden venir de cualquier lado y debes estar alerta. 
  • ORAR POR ELLOS. Ora todo el tiempo por tus hijos, ora para liberarlos de cualquier opresión, ora para que sanen de cualquier enfermedad, ora para proteger su cuerpo y su vida, ora para proteger su mente y su corazón, ora para que estén cerca o regresen al camino del Señor, ora por su llamado, ora para que reciban el Espíritu Santo y ora en el espíritu por todo aquello que no sepas pero que Dios si sabe para guiar tu oración.

Ni tus conocimientos, ni tu dinero, ni tu inteligencia, ni tus negocios van a salvar a tus hijos, solo tus acciones de protección bajo la unción y el poder del Espíritu Santo.

En este inicio de año, decide hacer tu parte y Dios hará la suya. Tus hijos no se irán y los que se fueron volverán. Es una promesa.

Pastor Jorge Cupido

@jorgecupidoqro

jorgecupido@hotmail.com

EL SELLO

@ElSelloQueretaro

Domingos, 11.30 am

San José 498, Col. Carrillo Puerto, a 100 m. de Av. 5 de Febrero

Querétaro, Qro.

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