viernes, julio 26, 2024

Productividad – Jorge Cupido

La productividad se refiere a la eficacia con la que se utilizan los recursos para obtener buenos resultados. Es un indicador de eficiencia que relaciona la cantidad de recursos disponibles, con la cantidad de producción lograda. Por lo tanto, la productividad puede ser medida.

Desde luego que hay muchos tipos de productividad. La primera gran división es la productividad institucional y la productividad personal.

Hay muchos factores que pueden incidir en la productividad de una persona, pero hay 3 palabras claves para lograrla: eficiencia, actitud y motivación.

En el mundo espiritual también existe la productividad, de hecho, fue el primer concepto que Dios dio a Adán y Eva: “y los bendijo con estas palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense” (Génesis 1:22).

Como puedes notar, no solo fue un mandato, sino también una bendición, porque la productividad siempre produce resultados positivos y, además, recompensas de parte de Dios. 

Espiritualmente hablando, para el cristiano la productividad se llama «frutos», buenos y duraderos frutos. En todos los órdenes de la creación, de la planta al hombre, el fruto es señal de vida. Lo mismo que la naturaleza está obligada a dar frutos, el cristiano debe dar también buenos frutos, debe ser productivo para el Reino.

La Palabra dice que una persona se da a conocer, es decir, se sabe con certeza quien es y qué clase de persona es por sus frutos: “Así que por sus frutos los conocerán.” (Mateo 7:20). No es por lo que parezca, ni por lo que diga, ni por lo que otros digan de él. Es por sus frutos. 

Todos los seres humanos hemos sido provistos de recursos por el Señor. Tenemos inteligencia, podemos hablar, podemos movernos, podemos crear ideas y cosas, podemos trabajar y cada uno ha sido dotado de talentos diferentes.

Pero cuando llegas a Cristo, recibes una dotación adicional de maravillosos y sobrenaturales recursos como el respaldo de Dios, la autoridad de Jesús, los dones, las instrucciones en su Palabra, el apoyo de la iglesia y la guía y el poder del Espíritu Santo, entre otros, específicamente para cumplir una función productiva en la tierra: Extender el Reino de los Cielos.

Hay diversos tipos de frutos que Dios quiere que produzcamos, por ejemplo, el fruto del Espíritu que se manifiesta en un carácter transformado;  frutos de arrepentimiento, que es un cambio de conducta; frutos de labios, que es quitar toda inmundicia de nuestra boca; frutos de justicia, que son el servicio en la iglesia y las buenas acciones a favor de otros; frutos familiares, con el conyugue y los hijos. Sin embargo, la prioridad es que produzcamos discípulos de Jesús, la primera parte es evangelizarlos y la segunda parte es formarlos.

Ser productivo tiene maravillosas ventajas personales, familiares, financieras y te va  a traer recompensas divinas. Pero lo más importante de ser productivo es porque el Reino de los Cielos se extenderá y vas a tener muy contento a Jesús. Eso es lo que más vale la pena. Cuando Él regrese te dirá: «Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor». (Mateo 25:23)

En la parábola del sembrador Jesús habla de los cuatro diferentes tipos de personas que escuchan la Palabra de Dios. Los compara con: tierra junto al camino (tierra dura, apisonada), terreno pedregoso, tierra con espinas y buena tierra. Los primeros tres tipos, a final de cuentas, son infructuosos, no producen nada. Solamente el cuarto tipo de persona es productivo.

La pregunta es ¿qué tipo de tierra eres? Cada quién decide. Pero si decides ser buena tierra entras en la dimensión del cielo, el fruto se produce y las recompensas llegan. O sea, te conviene de todas, todas.

En la vida hay una ley que no cambia: Las palabras son palabras, las explicaciones son explicaciones, las promesas son promesas y las excusas son excusas. Pero no hay más realidad que los resultados, la productividad, los frutos. Sólo ellos, son la mejor medida de tu valor, tu capacidad y tu trabajo. Los resultados son tu realidad. Y cuando hay productividad, cuando hay frutos, todo cambia en tu vida porque la bendición te alcanza.

Pastor Jorge Cupido

@jorgecupidoqro

jorgecupido@hotmail.com

EL SELLO

@ElSelloQueretaro

Domingos, 11.30 am

San José 498, Col. Carrillo Puerto, a 100 m. de Av. 5 de Febrero

Querétaro, Qro.

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