MÉXICO/Xinhua
El Gobierno de México demandó hoy a su homólogo de Estados Unidos en una nota diplomática el restablecimiento del flujo comercial a través de los cruces fronterizos que han sido cerrados o limitados en sus operaciones de manera unilateral por la parte estadounidense.
En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) detalló que el Gobierno mexicano acusó en la nota diplomática que el cierre o la limitación de las operaciones de los cruces fronterizos afecta directamente el comercio bilateral.
Por ello, agregó la Cancillería, México instó a Washington a restablecer el flujo del comercio y mediar ante las autoridades del estado de Texas (EE. UU.) que han implementado medidas de seguridad que obstaculizan el comercio bilateral terrestre.
De acuerdo con México, el flujo del comercio en los cruces fronterizos se ha visto interrumpido debido al cierre de operaciones de carga en el Puente Internacional Córdoba-Las Américas (BOTA) y el cierre del Puente Internacional Piedras Negras-Eagle Pass I, los cuales enlazan Texas con los estados mexicanos de Chihuahua y Coahuila, respectivamente.
También afectan el comercio las revisiones exhaustivas a los camiones de carga realizadas por el Departamento de Seguridad Pública de Texas en los Puentes Internacionales Zaragoza-Ysleta, Guadalupe-Tornillo y Ciudad Acuña-Del Río.
La SRE subrayó en su comunicado que el Gobierno mexicano continúa en comunicación con su homólogo de EE. UU. «para impulsar medidas en beneficio del comercio binacional y el desarrollo económico a través de la frontera común».
Desde mediados de septiembre, el gobernador de Texas, Greg Abbott, decidió endurecer las revisiones a las unidades de transporte que cruzan por los puentes fronterizos que enlazan territorios mexicanos con Texas, bajo el argumento de contrarrestar el alza del tráfico de migrantes y mantener la seguridad fronteriza.
De acuerdo con la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga de México, las medidas adoptadas por Abbott en los cruces fronterizos de Texas con México han provocado en tres semanas pérdidas económicas ascendentes a 1.900 millones de dólares.