En la modernidad la sociedad se caracteriza por tener grandes avances tecnológicos. La vida la vamos adecuando a las herramientas que se nos presentan, y desde pequeños vamos haciendo uso de ellas, pasando de generación en generación. La competitividad está muy acelerada por lo que año con año salen más artículos e instrumentos educativos que incluimos en nuestra vida cotidiana.
Por un lado tenemos LA TECNOLOGÍA. Usamos aparatos que nos ayudan a las labores y nos facilitan las tareas diarias. Por otro lado tenemos todos aquellos materiales no eléctricos que también nos ayudan pero que en la actualidad usamos poco o nada, como LOS LIBROS. Sin embargo es importante buscar un equilibrio en el uso de todas estas herramientas…no caer en el extremo de volvernos personas tecnológicas que para solucionar algo tenemos que recurrir al uso de alguna máquina para lograrlo. Recuerdo cuando en la escuela NO nos permitían el uso de la calculadora para la clase de matemáticas, todo era resuelto con nuestro pensamiento matemático y con ejercicios que favorecían nuestra agilidad mental; aunque costaba un poco más de trabajo y esmero, bien valía la pena tener la satisfacción de hacerlo por uno mismo. El objetivo de la tecnología es ese: facilitar, hacer más fácil todo; pero en exceso llega al grado de inutilizar, y en lugar de ayudarnos va eliminando poco a poco nuestras capacidades y habilidades para resolver lo que se nos presenta. Caemos en una dependencia tecnológica y nos volvemos poco tolerantes a lo que nos cuesta un poco de esfuerzo.
Agreguemos a nuestra vida las herramientas que se nos presentan, sin eliminar lo que antes nos ayudaba en nuestras actividades. La Tecnología NO está peleada con los libros, por el contrario se complementan… ambos favorecen y proporcionan aprendizajes significativos. Transmitamos a nuestros hijos el gusto de valerse por ellos mismos, formemos niños capaces de solucionar problemas utilizando su mente y su cuerpo, y así usen todos los materiales y herramientas que les rodean únicamente como apoyo.
Es necesario hacer uso de la tecnología, pero es muy importante no caer en los excesos.
Tips útiles para empezar a desprendernos de la tecnología en casa con algunas actividades sencillas:
- Buscar el significado de palabras en el diccionario.
- Leer Instructivos de Juguetes, o artículos del hogar.
- Comprar en la papelería Láminas Ilustrativas sobre algún tema y leerlas.
- Hacer cálculos mentales sin calculadora.
- Leer Cuentos y Libros.
- Leer etiquetas en nuestra despensa.
- Leer anuncios en avenidas principales.
- Jugar juegos de mesa con nuestros hijos.
- Dibujar.
- Contar los escalones de tu casa, y objetos que estén a la mano.
- Leer biografías.
- Pedirle a nuestros niños nos lean algún recetario de cocina y midan las cantidades de los ingredientes.
Favorezcamos en nuestros hijos el uso de materiales y herramientas que les rodean únicamente como apoyo, formemos niños capaces de solucionar problemas utilizando su inteligencia y disfrutando el gusto de valerse por ellos mismos.
