jueves, marzo 28, 2024

Entrevista a Fanny Morell, una arista franco-mexicana

Fanny Morell es una mujer de varías raíces, francesa de nacimiento, mexicana por adopción y catalana por herencia, una persona con grandes intereses artísticos que se han moldeado en la pintura, la escultura, la escritura, la docencia, e incluso se formó como terapeuta por parte de Sensory Awareness (Conciencia Sensorial) y de tiempo en tiempo da talleres y retiros de esto.      

Nacida en Francia, llegó a México con quince años de edad junto a sus padres, para reunirse con familiares que también habían emigrado de España y Francia después de la Segunda Guerra Mundial. Aunque en la actualidad tiene más años vividos en este país (se nacionalizó en 1973) no ha olvidado ni dejado perder completamente sus raíces francesas y catalanas, es algo que aprecia internamente, pues la mezcla de culturas siempre lo enriquece a uno.

Formando una extensa artista

Desde muy temprana edad, Fanny Morell fue inquieta, curiosa, se sentía atraída por todo, dibujaba, leía, estudiaba música y piano. Su padre la llevaba a museos, conciertos, al campo y al mar, él fue una influencia que la ayudó a conocer el mundo desde diferentes ventanas; tal vez no sea de sorprender que considere una fortuna el que nunca ha ido a discotecas ni bailes o el no haber tenido una televisión. 

Todo este bagaje la ha impulsado a convertirse en una persona observadora, a quien le gusta el silencio, la naturaleza, de estar en su jardín, los animales, de jugar con sus mascotas, la buena compañía, la lectura y de tener momentos sólo para ella. 

El arte y la docencia de la mano

Con una formación académica en arte por parte de la UNAM, Fanny no dudó en formar parte de sus filas como docente. 

Durante 30 años estuvo enseñando a alumnos de nivel licenciatura y maestría en la Academia San Carlos, hoy conocida como la Facultad de Artes y Diseños. Ahí impartía clases de escultura y podía disfrutar del trato con estudiantes, maestros y artistas; era un ambiente que le permitió involucrarse en diferentes niveles, especialmente porque tuvo oportunidad de ser jefa del Departamento de Difusión Cultural, desde donde pudo organizar muchas exposiciones y actividades. 

Tanto en la docencia, la pintura, la escultura y escritura, intereses que ha compaginado a lo largo de su vida, ha encontrado encantos y bemoles en cada una, pero siempre una oportunidad desarrollar la conciencia, la imaginación, para profundizar en su mismo ser. Para ella, la frase del pintor Jorge Braque explica muy bien ese sentimiento:

El arte es una herida que se ha convertido en luz

Obras de ayer, hoy y mañana

En su haber, Fanny Morell tiene más de 30 exposiciones individuales y más de 100 colectivas que ha presentado en México y el extranjero. Algunas de ellas se han presentado en lugares como: el Museo de Arte Moderno (CDMX), la Galería José María Velazco, la Sala Netzahualcoyotl, el Centro Cultural Universitario (UNAM, CDMX), el Museo Universitario del Chopo (CDMX), el Museo Mural Diego Rivera, (CDMX), el Museo Amparo (Puebla), el Salón de escultores Mexicanos, el Centro Cultural de Arte Contemporáneo (CDMX), International Academy of Ceramics Exhibitions (Seattle, Washington), y muchos otros espacios. 

Por otro lado, escribió artículos sobre arte en la revista de Artes Plásticas de la Academia de San Carlos, ha publicado cuentos en diversas revistas culturales y ganó dos premios en concursos de micro relatos, con el escritor Alberto Chimal.

Actualmente, después de años de trabajo, está presentando su libro ‘El jardín de las delicias y sus horrores’, un compendio de cuentos en los que, en sus palabras, se une lo hermosos y lo terrible de vivir en este planeta. Sin embargo, aun con este libro en mano, no ha dejado de escribir, pues está trabajando en una novela que, de seguir el itinerario, podrá terminar entre éste y el próximo año. 

Y su futuro sigue rodeado de letras, porque aun después de terminar esa novela y publicarla, seguirá escribiendo y escribiendo, incluso ya tiene empezada una autobiografía, cuentos y relatos de viajes. Sin embargo, no todo se trata de trabajo y creación, también hay sol y arena a la vista, pues espera pasar una larga temporada en la playa, disfrutando del mar, de los buenos momentos y de seguir plasmando sus ideas en donde tengan el capricho de plasmarse. 

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