HOUSTON/Xinhua
Tanto el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como el expresidente Donald Trump visitaron la frontera entre EE. UU. y México, realizando exhibiciones partidistas sobre inmigración y seguridad fronteriza, un tema clave en las elecciones presidenciales de 2024.
Biden se reunió con agentes fronterizos en Brownsville, en el sureste de Texas, instando a los legisladores republicanos a aprobar más fondos para la seguridad fronteriza y reconsiderar un paquete fronterizo bipartidista anulado en el Senado a principios de este mes; mientras que Trump recorría Eagle Pass, a unos 482 kilómetros, cerca de la frontera suroeste de Texas.
«El Senado de EE. UU. necesita reconsiderar este proyecto de ley y los senadores que se oponen deben dejar la política a un lado y aprobarlo basándose en los méritos, no en si beneficiará a un partido o al otro», enfatizó Biden. El acuerdo fue descarrilado por «políticas partidistas», dijo Biden. «Necesitamos actuar.
Es hora de que el presidente y algunos de mis amigos republicanos en el Congreso que están bloqueando este proyecto de ley muestren un poco de coraje». El segundo viaje fronterizo de Biden desde que asumió el cargo tenía como objetivo maximizar su impacto político una semana antes del discurso sobre el Estado de la Unión, señaló CNN.
«Buen clima. Hermoso día. Pero una frontera muy peligrosa. Nos ocuparemos de ella», dijo Trump, el favorito del Partido Republicano en las primarias presidenciales, a los periodistas después de llegar al estado de Texas. Visitó Eagle Pass con el gobernador de Texas, Greg Abbott.
El expresidente volvió a criticar ferozmente la gestión de Biden de la inmigración ilegal en la frontera sur, diciendo que Biden estaba tratando de conectar la afluencia de inmigrantes indocumentados con los crímenes urbanos desenfrenados en todo el país.
«Estados Unidos está siendo invadido por el crimen migratorio de Biden. Es una nueva forma de violación cruel a nuestro país», resaltó Trump. «Es un crimen de inmigrantes. Lo llamamos el crimen de inmigrantes de Biden, pero eso es un poco largo».
Trump prometió que una vez que regrese a la Casa Blanca, implementaría una expansión generalizada de las políticas de inmigración de su Administración para restringir la inmigración tanto legal como ilegal. Durante la campaña, Trump también prometió llevar a cabo la «operación de deportación interna más grande en la historia de EE. UU.» si recupera la Casa Blanca.
Además, Trump elogió las acciones legales y las duras medidas de Abbott contra el cruce fronterizo ilegal. El gobernador de Texas ha transportado en autobús a miles de inmigrantes a ciudades gobernadas por los demócratas, incluidas la ciudad de Nueva York, Washington D.C. y Chicago.
Abbott anunció que el Gobierno de Texas planea construir una base de 80 acres (aproximadamente 32,37 hectáreas) para albergar a hasta 1.800 miembros de la Guardia Nacional de Texas cerca de Eagle Pass. Mientras Biden y Trump avanzan hacia una probable revancha en noviembre, la inmigración se ha convertido en un tema central en la campaña presidencial de 2024.
