MÉXICO, 28 dic (Xinhua) — El 2023 será un año complejo para América Latina ante la falta de claridad sobre la trayectoria de la inflación y de la reacción de los bancos centrales para contenerla, además de la incertidumbre por una posible recesión en Estados Unidos y el conflicto bélico en Europa del este, consideraron expertos consultados por Xinhua.
Los analistas económicos señalaron que 2023 será un año de desafíos, donde se pondrá a prueba la capacidad de los gobiernos para salir de la crisis económica y en algunos países hasta política.
En el caso de Brasil, la principal economía de América Latina, el reto es doble, pues el nuevo gobierno que entrará en funciones a partir del 1 de enero deberá buscar un equilibrio entre las promesas de fortalecer las políticas sociales y la cuestión fiscal para evitar un aumento de la deuda pública.
Para Roberto de Goes Ellery Junior, profesor de Economía de la Universidad de Brasilia, «en 2022 tuvimos números positivos debido a políticas de corto plazo, y en 2023 debemos pagar la cuenta de esas políticas, con el nuevo gobierno intentando cumplir las promesas de campaña», señaló.
«Mi lectura es que 2023 va a ser un año complicado, tanto del punto de vista de la economía como de la política. El gobierno va a precisar mucha habilidad para superar las dificultades y entregar buenos resultados, y atender a las necesidades de la sociedad», apuntó.
Por su parte, Luis Antonio Paulino, profesor de Economía de la Universidad Estatal Paulista, consideró que «lo que sostuvo el crecimiento económico en 2022, a pesar de los problemas, fue la recuperación de las actividades pospandémicas, especialmente en el sector servicios, a medida que se suavizaban las restricciones impuestas por la pandemia de la COVID-19».
El economista Sergio Rosa, especialista en Políticas Públicas y Gestión Gubernamental del gobierno federal, apuntó que la economía brasileña experimentó desde 2016 fuertes cambios resultantes de políticas de corte neoliberal.
«El balance del desempeño de la economía brasileña en los últimos seis años es de reestructuración, acompañada de una desorganización de la producción y del sistema de crédito, debido principalmente a las nuevas tecnologías bancarias», apuntó.
Desde México, el experto en finanzas, Mario Correa, dijo que la posibilidad de una recesión económica profunda y duradera en Estados Unidos representa complicaciones adicionales para los mercados emergentes hacia el 2023, en un entorno de inflación elevada y altas tasas de interés.
A la pandemia en curso y el conflicto geopolítico en Europa del este, se suma que todavía no está claro el rumbo de las tasas de interés en Estados Unidos, lo cual limita el crecimiento de la economía, indicó el también presidente del Comité de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
«Con una política monetaria más restrictiva, que implica frenar la economía, la posibilidad de que tengamos una desaceleración fuerte o una recesión en Estados Unidos está aumentando», indicó.
En el caso particular de México, la economía del país también puede seguir la trayectoria de su vecino y principal socio de negocios, Estados Unidos, lo que derivaría igualmente en una recesión, debido a la desaceleración que verían las exportaciones mexicanas.
México envía más del 80 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos, de acuerdo con el gobierno.En tanto, Argentina iniciará 2023 con el doble desafío de controlar la inflación y recomponer los ingresos de la mayoría de la población, afectados por más de cuatro años de recesión económica, opinó el economista argentino Ricardo Aronskind.
«La economía creció sobre todo en la primera parte del año. En este último tramo se está desacelerando y el cuadro general es un cuadro donde si bien hay crecimiento económico, hay una reactivación.
Esa situación de mejora económica general no le llega a la totalidad de la población», indicó el profesor en la Universidad de Buenos Aires.
Argentina registró en varios meses del 2022 los niveles de inflación interanual más altos de los últimos 30 años y según proyecciones privadas, los indicadores de precios podrían cerrar el año con una variación cercana al 100 por ciento.Para el experto, Argentina «requiere de una política pública muy contundente, un paquete de medidas para cortar esa inercia inflacionaria», pero hasta ahora «el gobierno no tomó esas medidas».
Por su parte, el vicepresidente de la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA), el economista argentino Jorge Marchini, dijo que las actuales dificultades de la economía mundial se combinan hoy en día con fuertes tensiones dentro de las relaciones internacionales que precisarán una mayor apuesta al multilateralismo y a la complementariedad para mitigar mayores riesgos de cara al futuro. Señaló que en América Latina, la recesión económica se experimenta con una fuerte situación de endeudamiento derivada de las vías posibles de gestionar la pandemia del nuevo coronavirus años atrás, aunada a los desequilibrios en las balanzas de pago de los países.
Agregó que la pandemia y la situación global posterior vendría a acentuar tensiones existentes y a hacer más complejo el panorama económico mundial, pero también daba una idea de que, una vez superada, se iba a experimentar un «impulso posterior» al crecimiento que hasta ahora probablemente ha sido insuficiente y que, además, se vive de forma distinta dependiendo de la región del mundo.Para Marchini, en los años siguientes la situación económica puede agudizarse si no hay una apuesta por la resolución de tensiones, el multilateralismo y la idea de ver complementariedades en vez de disputas.
En tanto, Chile se abocó este año a ordenar su economía tras los choques macroeconómicos generados por la pandemia; sin embargo, la elevada inflación y el estancamiento de la actividad anticipan un crecimiento negativo del país en 2023.
«Estamos en una situación complicada de manejo de la realidad económica», dijo a Xinhua el economista y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Víctor Salas, quien agregó que «las presiones inflacionarias y estancamientos medio recesivos se van a mantener en Chile por lo menos de aquí al tercer trimestre del próximo año», debido a factores internos y externos.
Anticipó que la combinación entre alta inflación y desaceleración de los principales sectores productivos impactará el empleo, en el contexto actual de bajo dinamismo del mercado laboral y aumento del trabajo informal.Para Salas, las menores estimaciones de crecimiento, sumado al mayor gasto público, podrían afectar las ambiciosas reformas tributaria y previsional, comprometidas por el presidente Gabriel Boric al inicio de su mandato, en marzo pasado.
