Por Carina López
MÉXICO/Xinhua
La alta presión atmosférica y los efectos del cambio climático son dos de los factores principales que han ocasionado temperaturas extremas, superiores a los 45 grados centígrados, en la mayor parte de México, afirmó hoy lunes el investigador mexicano Benjamín Martínez, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
«Esta alta presión evita que lleguen tormentas, vientos y, si a eso le sumamos todas las construcciones que hay en las ciudades, por ejemplo, todo ese concreto absorbe la radiación que se está dando en demasía y comienza a emitir radiación de onda larga», explicó el especialista del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM.
En entrevista con Xinhua, el doctor en Ciencias Naturales indicó que, con este sistema estacionario, se va a tener una «insolación muy marcada», una zona en la que no va a haber viento y, por tanto, las temperaturas serán extremadamente altas.
«Tenemos dos efectos, el calentamiento que sienten las personas con las altas radiaciones durante las horas de más insolación y, conforme van pasando las horas, en la noche tenemos la contribución de la radiación de onda larga, una cuestión que se puede tornar insoportable», declaró Martínez.
Esta situación, continuó Martínez, está afectando a todo el país en distintos grados, pero lo que se está viviendo es algo atípico pues, para junio, ya tendrían que haberse registrado lluvias generalizadas en la nación.
«Nunca antes habíamos visto una situación así, es algo histórico», destacó.
La temperatura global se está incrementando por los efectos del cambio climático y, por otro lado, tenemos a «El Niño», un fenómeno natural caracterizado por la fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, asociado a cambios en la atmósfera.
«Tenemos las aguas calientes del fenómeno de ‘El Niño’, en el sentido en el que este empieza en su mayor medida con agua caliente y, a finales de año, registra su máxima amplitud», detalló el especialista.
Con la circulación de las aguas calientes, prosiguió Martínez, se están favoreciendo las altas presiones atmosféricas en meses en los que no deberían producirse.
Ante este panorama, el experto recordó que el sector de la población más vulnerable ante estas olas de calor son ancianos y niños, al ser los más propensos a perder líquidos, afectando a su metabolismo y estado de salud en general.
Hay otros efectos indirectos, como la descomposición de alimentos en las calles, pues no se cuenta con la infraestructura necesaria para enfrentar las altas temperaturas.
Por ello, Martínez recomendó mantenerse hidratados y no consumir alimentos en la vía pública o que hayan estado expuestos al calor durante mucho tiempo.
«En el norte del país, la población está más acostumbrada a los climas cálidos. Sin embargo, en lo que resta del país, la gente no está preparada para enfrentar esta situación, por lo que se requiere de una mayor infraestructura», sostuvo.
Martínez recomendó a la población hacer un uso muy eficiente de la energía eléctrica y disminuir así la huella de carbono en beneficio de todos.
Adicionalmente, el también especialista en cambio climático planteó la posibilidad de establecer algunos centros de resguardo en México para que la gente tenga un sitio donde pasar la noche, en ausencia de aire acondicionado o ventiladores, para soportar las temperaturas extremas.
«Hay mucha gente que pierde la vida por golpes de calor y deshidratación, situaciones que se pueden evitar tomando las medidas necesarias», añadió.
Finalmente, pronosticó que la ola de calor se extenderá por los próximos 10 o 15 días.
De acuerdo con la Secretaría (ministerio) de Salud de México, se han registrado al menos ocho muertes debido a la actual temporada de calor en esta nación latinoamericana.
