En 1992 se estrenó la película SALTO DE FE, donde un charlatán trata de impresionar a la muchedumbre y convencerlos de que tiene poderes sobrenaturales. Pero sus supuestos milagros eran simples engaños, trucos de magia y de tecnología.
En cambio, la Biblia nos habla de numerosos milagros reales, acciones genuinas sobrenaturales del poder de Dios, efectuados a favor de aquellos que dieron el salto de fe en Él.
Todos hemos estado ante situaciones difíciles, algunas de muerte, en las que dudamos de confiar en Dios. Puede ser una enfermedad, una necesidad, una decisión, un problema familiar o de trabajo, un asunto de finanzas, un sueño o mil cosas más a las que usted se enfrenta en su vida cotidiana.
A veces, tomamos la decisión de darle la espalda a Dios y agarramos el asunto en nuestras propias manos, con los resultados que todos sabemos. Esto se llama incredulidad, o sea, lo opuesto de la fe. Cuando caemos en incredulidad, quiere decir que confiamos más en nosotros, en alguien o en algo más que en Dios y Él se aparta, quedamos a nuestra propia suerte y esa es una muy mala idea. La Biblia dice que es mejor confiar en Dios que en cualquier otra cosa o persona.
Nuestro trabajo es orar y creer, el trabajo de Dios es obrar en lo sobrenatural. Jesús dijo: Para el que cree, todo es posible. (Mar 9:23 NVI)
No es fácil hacerse a un lado y dejar que Dios intervenga, pero piense que los recursos de usted en nada se parecen a los recursos de Dios. No tenga miedo, no tenga duda, dé el salto de fe. Para Dios nada es imposible.
Cuando mis hijos eran pequeños, yo acostumbraba a jugar bastante con ellos y uno de sus juegos favoritos era volar, si volar. Se subían en un mueble y yo me alejaba unos pasos y extendía los brazos. Luego ellos saltaban al vacío, literalmente volaban para caer en mis brazos. Mientras estaban en el aire, su única esperanza de no estrellarse contra el piso era su padre. Si yo me hubiera ido, me hubiera distraído, o fuera débil, ellos se estrellarían contra el piso. Pero no sucedió ni una vez y ellos seguían saltando. No conocían ese temor porque conocían a su padre y sabían que no les fallaría.
Ellos nunca saltaron a los brazos de uno de sus hermanos, simplemente porque sabían que no los podrían sostener. Solo saltaban a los brazos de papá, el fuerte.
Así es con nosotros en la vida, si queremos dar el salto de fe, el único que nos puede atrapar es el Padre Celestial. Cualquier otro, incluido usted mismo, le va a dejar caer. Dios dice que NADA es imposible para Él.
Así que, con Dios, puede dar confiado el salto de fe. Si un padre humano, imperfecto, puede atrapar a sus hijos, ¿No le parece que el Padre Todopoderoso puede atraparle a usted?
COMO DAR EL SALTO DE FE
1. Localice la promesa en la Biblia. Hay cientos de promesas en la Biblia que no son usadas simplemente porque la gente no las conoce.
2. No pida egoístamente para usted, Dios no responde esas peticiones. Pida para usted, pero asegúrese que eso sirva a los planes y propósitos de Dios.
3. Siga las instrucciones de la promesa. Cada promesa tiene unas sencillas instrucciones, de parte de Dios, que hay que obedecer para obtenerla.
4. Ore constantemente, hasta que sea cumplida la promesa. Dios tiene su propio tiempo.
Ahora ya está listo para dar el salto de fe. Está listo para volar a los brazos de Dios, el amoroso y todopoderoso Padre Celestial.
Pastor Jorge Cupido
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EL SELLO
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