
“Si quieres derrotar a la corrupción debes ser capaz de enviar a la cárcel a tus amigos y familiares” Lee Kuan Yew

Excelente semana estimadas lectoras y lectores, en días pasados Cthulhu se percató que las y los servidores públicos que pretenden competir en el año 2024 por un cargo de elección popular andan con todo promoviendo su imagen y olvidándose por completo de sus responsabilidades, que si informes legislativos, eventos que se inventan por cualquier motivo y pretexto.
Ya un buen número de personas servidoras públicas llevan meses promocionando su imagen y jugando al filo de la navaja legal en materia electoral y penal, en esta columna Cthulhu explicará de forma breve y clara cómo es que hacen uso de los recursos públicos para intentar elevar su popularidad, situación que está prohibida por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que en su artículo 134 se ordena categóricamente “La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”.
Para este ejercicio, Cthulhu elaboró algunos gráficos para ejemplificar los actos antijurídicos que están cometiendo estas personas servidoras públicas y aquí les compartirá los ejemplos gráficos para que las observen.
Caso 1. Una persona servidora pública, pongámosle nombre “Chuchito”, postea una imagen en el cual hace alusión clara a cualquier programa de carácter público, en los textos anuncia o insinúa que es gracias a él que se está otorgando, y en vez de colocar los logotipos oficiales, se resalta su nombre. “Vengo a darte muy buenas noticias, te tenemos un descuento de 500 pesos en tu recibo del agua” “Me preocupo por ti” “Acude a Chuchito”. Y para la aplicación de este programa de descuentos, el gobierno para el cual trabaja Chuchito, gastó 40 millones de pesos del erario público.

Además que no lleva la leyenda que es obligatoria en toda información sobre los programas o acciones de gobierno “Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa”. Tal y como se ordena en el Artículo 28 Fracción II del Prepuesto de Egresos de la Federación 2023.
Caso 2. Chuchito es un necio y ahora postea otra imagen en la cual señala que “él es el que está ayudando” pero en realidad es parte de sus responsabilidades y utiliza los recursos públicos que tiene a su alcance para promocionarse, a la mejor en esta ocasión sí utiliza los logotipos institucionales, pero a la par coloca su nombre. “Acude a Chuchito, él te apoyará con los trámites para que obtengas tu licencia de construcción” “Chuchito te ayuda” “Acércate a Chuchito”. Para hacer funcionar el área de licencias de construcción se eroga digamos, unos 20 millones de pesos al año y más o menos 100 personas que lo operan, así que no sólo utiliza dinero público, sino aprovecha como suyo el trabajo de 100 personas servidoras públicas.

Caso 3. Pero Chuchito no entiende y continúa haciéndose promoción con programas y recursos públicos, en esta publicidad hace ver que el trabajo por el cual le pagan, es en realidad un acto de bondad porque es una persona generosa “Trabajo para continuar brindándote un mejor estado y calidad de vida” “acude a mí, tu amigo Chuchito”. en este caso, la secretaría de la cual Chuchito es titular, cuenta con un presupuesto de 150 millones de pesos anuales, además de decenas de personas que laboran en ella. Chuchito utiliza nuevamente los recursos que están a su alcance y que debe darles un buen uso, así como del personal que labora en dicha dependencia.

En las administraciones públicas federal como en las locales hay cientos de “Chuchitos” y “Chuchitas” que abusan de su posición y de los recursos que tienen a su alcance utilizándolos en su propio beneficio, lo cual puede tipificarse como un acto antijurídico grave, tal y como lo señala el artículo 223 fracción II de Código Penal Federal en el cual se establece que comete delito de peculado “El servidor público que ilícitamente utilice fondos públicos u otorgue alguno de los actos a que se refiere el artículo de uso ilícito de atribuciones y facultades con el objeto de promover la imagen política o social de su persona, la de su superior jerárquico o la de un tercero, o a fin de denigrar a cualquier persona”. En este mismo artículo se señalan de manera clara las sanciones para quienes sean sentenciados por este delito, que van de los 2 hasta 14 años de prisión de acuerdo a los montos desviados.
Ahora, ustedes podrían preguntarse ¿cómo se pueden calcular los montos para imponer las sanciones si la persona servidora pública no los tomó directamente, sólo se promocionó?, pues es muy sencillo ¿recuerdan los 40 millones que gastó el gobierno en el programa de descuentos? pues esa es la cantidad que se tomaría en cuenta para determinar la sanción ya que se aprovechó de dicha acción gubernamental para promocionar su imagen. Y así le sumamos el resto de recursos económicos y también humanos, ya que no sólo es el presupuesto que gasta la Secretaría que encabeza Chuchito, sino que cada persona colaboradora cobra un sueldo pagado con el dinero de todos y que terminan trabajando para los intereses personales de Chuchito.
Así que todas las personas servidoras públicas que estén haciendo uso de recursos públicos para promocionar su imagen, analicen el tema y no se coloquen al filo de la navaja jurídica, y si no lo saben, cambien de asesores y consíganse unas buenas asesorías con personas expertas en temas de justicia administrativa, penal y electoral.

Hasta aquí este análisis sobre el desvío de recursos públicos, ahora vamos con la gustada sección de chismecitos.
Resulta que el equipo de Santiago Nieto está documentando muy cuidadosamente las publicaciones y eventos que realiza la secretaria de gobierno del estado, Guadalupe Murguía, ya que dicen es muy claro el uso de recursos públicos para la promoción de su imagen, y ya sabemos cómo se las gasta don Santiago.
En otro frente, un grupo de panistas tiene en sus manos pruebas suficientes, eso aseguran, para evidenciar los malos manejos de algunos de los colaboradores del gobernador, que seguramente las utilizaran como moneda de cambio por posiciones políticas con vista al 2024.
Alguien que está muy molesta con Juan Carlos Arreguín, el nuevo subsecretario de gobierno del municipio de Querétaro, es la líder de comerciantes Rocío Alvarado, aseguran que está que truena por la reunión que Arreguín sostuvo la semana pasada con un grupo de comerciantes antagónicas a Alvarado, la cual estaba muy consentida por la administración municipal, pero ella debe entender y si no lo entiende ni modo, que se gobierna para todos, no sólo para ella.
Hasta aquí La Columna de Cthulhu, hasta la próxima.