SANTIAGO, 22 feb (Xinhua) — Los incendios forestales de gran magnitud que golpean desde inicios de este mes a la zona centro-sur de Chile han dejado a miles de familias campesinas que cultivan sus alimentos sin sustento, dijo la ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá.
La funcionaria aseguró que 17.000 animales de producción han muerto en esta catástrofe, sin contar la fauna silvestre, al tiempo que 38.000 colmenas han quedado destruidas, lo que ha dejado a 5.841 agricultores damnificados.
«Una parte de los afectados (por los incendios) son agricultores afectados en sus actividades productivas (…) Un 45 por ciento son campesinos de subsistencia, que trabajan la tierra para su propia alimentación», afirmó Tohá a la prensa al término de la reunión diaria del Comité de Gestión del Riesgo de Desastres.
La ministra aseguró que el Gobierno evalúa estrategias y soluciones para apoyar a este grupo de personas.Informó igualmente que las llamas han quemado 5.879 kilómetros de cerco, dejando a diversos animales de producción libres y expuestos a riesgos y lesiones derivadas del cruce de caminos, pérdidas o robos.
«Eso es motivo de mucha atención», añadió Tohá.De acuerdo con las cifras oficiales, 301 incendios permanecen activos este miércoles en el país sudamericano, de los cuales 40 se encuentran en combate y 210 se han controlado.
Tohá señaló que por estos días los fuegos están siendo «menos agresivos, pero se logran controlar y, por lo tanto, no escalan a incendios que duren más días o alcancen dimensiones mayores».
«Hay condiciones mejores porque ha habido más humedad, lo que hace que el fuego avance más lento, pero el domingo será más complejo», sostuvo, debido al aumento de temperaturas en esta temporada estival.
Dada la situación de emergencia en la zona centro-sur del país andino, las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía se mantienen en estado de excepción constitucional de catástrofe, con 28 municipios bajo toque de queda nocturno.
Estos incendios forestales originados en medio de olas de calor con temperaturas extremas, han consumido más de 450.000 hectáreas, a la vez que han provocado 25 muertes.
Los fuegos se han producido principalmente en bosques, quebradas y laderas, plantaciones forestales y predios agrícolas, y están siendo combatidos por bomberos, fuerzas armadas y brigadas nacionales y extranjeras.
