La economía de México está ingresando en un período de «notable desaceleración», aunque todavía puede crecer un 2,2 por ciento en 2024, consideró hoy el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
El presidente nacional del organismo, José Domingo Figueroa, explicó que el «enfriamiento» económico se está dando a la par de un considerable aumento en el gasto por parte del Gobierno federal, con un déficit presupuestal de alrededor del 6 por ciento como proporción del Producto Interno Bruto (PIB).
«México no ha visto un déficit de tal magnitud desde 1988, exponiendo a la economía a un abrupto recorte al gasto para reducirlo o iniciar una era de déficits fiscales mayores al nivel prudente del 3 por ciento con los riesgos asociados a ello», indicó Figueroa en rueda de prensa.
Por otro lado, el experto señaló que el país debe atender los rezagos de su red eléctrica, la cual tiene debilidades por la falta de expansión, lo que ha derivado en apagones recientes en algunas regiones.
La demanda de energía en México se incrementa anualmente por factores como el crecimiento demográfico y la urbanización, y más recientemente la relocalización de las cadenas de suministro, así como la adopción de tecnologías y la transformación digital, apuntó.
«Ante la oportunidad de varios proyectos de relocalización en nuestro país, la oferta estable de energía eléctrica es un parámetro primordial para que las inversiones se materialicen», aseguró.
Los socios del IMEF pronostican un crecimiento económico para México del 1,8 por ciento para 2025, de acuerdo con el sondeo más reciente. La economía mexicana, la segunda mayor de América Latina después de Brasil, creció un 3,2 por ciento en 2023.