Smartick presenta los resultados de su test diseñado para detectar el riesgo de sufrir esta Dificultad Específica del Aprendizaje (DEA), cuya identificación temprana es crucial para minimizar sus consecuencias en la vida cotidiana
La discalculia, la dislexia de los números, es la gran desconocida de las denominadas Dificultades Específicas del Aprendizaje (DEA), pero es más común de lo esperado. De hecho, se calcula que tiene una prevalencia similar a la de la dislexia, entre el 5% y el 7% de la población.
Se trata de un trastorno específico del aprendizaje de origen neurobiológico que afecta a la adquisición de conocimientos sobre los números y el cálculo. Por ello, coincidiendo con el Día Internacional de la Discalculia, que se celebra el próximo viernes 3 de marzo, Smartick, el método líder mundial en educación personalizada con IA para los menores, presenta los datos obtenidos en su test gratuito de 15 minutos para detectar si los niños de entre 6 y 10 años están en riesgo de sufrir este trastorno.
Desde su lanzamiento en enero de 2020, más de 12.000 niños han completado la prueba. En 2022, más de 6.000 menores españoles realizaron la prueba de Smartick y, de acuerdo con los datos recogidos, un 34% está en riesgo de sufrir discalculia, sin hallar apenas diferencias significativas entre niños y niñas.
El test, que ha contado con la colaboración de las universidades de Málaga y Valladolid, está dirigido a niños entre 6 y 10 años, ya que, según los expertos, estas son las edades idóneas para identificar el problema y empezar a ofrecerles los recursos necesarios para adaptarse al proceso de aprendizaje sin llegar a frustrarse.
Sin embargo, muchas familias no son conscientes de ello y los menores no llegan a ser evaluados hasta los 9 años cuando los problemas son más evidentes. De hecho, el 50% de los niños que ha realizado la prueba es de 4º de Primaria, mientras que los cursos ideales para realizar el test y detectar el problema son 1º o 2º de Primaria.
La llamada ‘dislexia de los números’ conlleva consecuencias a nivel académico y psicológico en los más pequeños, pero el problema se extiende también a las acciones del día a día, como, por ejemplo, sumar 5+4 sin utilizar los dedos, memorizar las tablas de multiplicar, reconocer y manipular cantidades numéricas sin contar, memorizar teléfonos, controlar las dosis de las medicinas o calcular la vuelta de la compra.
¿Cómo averigua el test de Smartick el riesgo de sufrir discalculia?
Para determinar el riesgo de los menores a tener la llamada dislexia de los números, el test de Smartick propone distintas actividades divididas en tres áreas a analizar:
- Comparación y reconocimiento de cantidad: tareas diseñadas para examinar la habilidad de reconocer y manipular cantidades numéricas sin contar. En específico, se evalúa el reconocimiento automático de pequeños conjuntos (subitización) y la capacidad de percibir grandes numerosidades (sistema numérico aproximado).
- Números arábigos y numeración: ejercicios de reconocimiento numérico y comparación de números para evaluar el procesamiento del código simbólico verbal.
- Aritmética: ejercicios de operaciones simples de suma, resta y multiplicación.
¿Qué recomienda Smartick a las familias cuyos hijos tienen discalculia?
Para empezar, la identificación temprana es crucial ya que permite poner en marcha programas de intervención efectivos para minimizar las consecuencias del aprendizaje. Más allá de ello, los expertos de Smartick recomiendan:
- Enseñanza pautada: es importante mantener unas secuencias de aprendizaje bien estructuradas, a un ritmo sostenido, que favorezcan la comprensión profunda de los conceptos numéricos.
- Uso de objetos manipulativos: el uso de regletas o cubos permiten afianzar aspectos matemáticos básicos con la intención de progresar hacia conceptos más abstractos a medio-largo plazo.
- Sistema personalizado: en edades tempranas, es fundamental que los menores refuercen su autoestima y desarrollen una actitud positiva ante los números, sin miedos ni frustraciones. En este sentido, el método Smartickadapta el contenido en tiempo real al comportamiento de los menores mediante el uso de Inteligencia Artificial.
Javier Arroyo y Daniel González de la Vega, fundadores de Smartick, aseguran que «hay niños que no pueden avanzar al ritmo educativo establecido porque tienen problemas de aprendizaje, y que muchos padres no son capaces de detectar hasta que no son más mayores. Sin embargo, Dificultades Específicas del Aprendizaje como la discalculia son mucho más sencillas de minimizar con una identificación temprana. Para esos niños, es fundamental desarrollar un sistema de aprendizaje personalizado que les permita crecer en conocimientos y confianza de forma paulatina».