viernes, octubre 18, 2024

De lo intangible a lo tangible – Teresita Balderas y Rico

En el mundo, el reparto de herencias es tan diverso, como diferentes son las situaciones en que vive la gente.

Existen personas que son poseedoras de herencias en bienes inmuebles y muebles, donadas generalmente por padres o abuelos. Algunas, de gran valor monetario. Otras, son tesoros estimativos, que suelen permanecer en lugares en donde puedan ser admiradas, pero a la vez protegidas, al representar los afectos de seres amados en su permanencia mundana.

Nuestra madre heredó un pequeño terreno a cada uno de sus hijos. En el mío construí una casa, la cual vendí a los dos años de haberse edificado. Necesitaba el dinero para una intervención quirúrgica de mi padre. Pudo vivir unos años más, esa casita tuvo un gran valor estimativo.

Soy poseedora de una gran herencia intangible que me ha permitido construir cierto estilo de vida. Quien soy y lo que tengo, han sido logrados a través de un largo proceso de formación. En los primeros años de vida, esta formación estuvo orientada por los consejos de mis padres y de algunos de mis hermanos. Años después, sería por la educación escolar.

En los senderos de la vida he tenido la oportunidad de conocer a personas muy interesantes, bondadosas, con gran empatía hacia los demás. Ellas han dejado grandes enseñanzas en el desarrollo de mi existencia. Mi reconocimiento a los inolvidables maestros, formados en valores éticos, apasionados de su profesión. Los he encontrado desde la educación primaria, hasta el posgrado. He caminado con sus enseñanzas por diferentes senderos. 

Y, qué decir de los amigos, con los que he establecido grandes amistades. Compañeros de estudio, seres entusiastas en su desempeño profesional. Pertenecemos a esa generación con grandes esperanzas de transformar a la Educación Básica. Creímos que, si trabajábamos mucho con los niños, podrían acceder a los aprendizajes. Reconocimos que el voluntarismo no era suficiente. Con la experiencia obtenida sabíamos que era necesario continuar nuestro desarrollo profesional. Soñábamos en que era posible mejorar la educación en México.  

Nuestra herencia a los niños, era incidir en que estudiando tendrían la oportunidad de un mejor nivel de vida. 

El tesoro de mi herencia intangible lo constituyen ciertos preceptos universales: el respeto a la vida y a las ideas de otros, la reflexión sobre la libertad, la responsabilidad; la honradez y toma de decisiones.

La preparación, actualización personal, y profesional como un deber ético. Este entramado se ha fortalecido en el ser, para poder tener.

En concordancia, las ideas de Erich Fromm sobre la importancia del ser y tener, cobran relevancia en esta era globalizada, que ha sido bombardeada por el consumismo, la instrucción individualista y, sobre todo, por las presiones económicas y socioculturales. En este siglo XXI, el tener tiene supremacía sobre el ser.

La socióloga Agnes Heller expresa que, cuando nace el ser humano, llega a un mundo ya hecho. Construido con leyes, usos y costumbres. Para sobrevivir en él, lo primero que hace la persona, es copiar el modelo ya establecido, se convierte así en un sujeto particular, miembro de la masa social. El niño, para ser aceptado en ese grupo social, sigue la línea que le marcan. Esta situación a veces lo daña, generando seres frustrados, depresivos y poco productivos.

Cuando el ser social piensa, reflexiona, analiza y toma sus propias decisiones, se convierte en un sujeto específico. Éste, defiende su autonomía, dignidad, construyendo estrategias para alcanzar sus ideales. Es un ser humano con más posibilidades de alcanzar el éxito. Se generan entonces, mayores espacios de felicidad.   

Cuando se tiene una herencia tangible de algún familiar o amistad y, ésta es reconocida y valorada en su justa dimensión, existe la posibilidad de que los herederos, en gratitud a lo recibido, administren los bienes adecuadamente, acrecentando la herencia para que los beneficios se otorguen a más personas.   

El tener complementa al ser. Cultivar el ser racional, emocional y sensorial, orienta al sujeto en la toma de decisiones viables y efectivas. Las idóneas para una situación dada en un lugar y tiempo específico.   

El tener un bien tangible producto de un buen desempeño laboral, produce un estado de ánimo placentero. Si el producto del trabajo alcanza para beneficiar a otros, el placer es mayúsculo, dado que el éxito es compartido.      

Valorar el área de trabajo, desempeñarse en lo que nos gusta, motiva la creatividad, emergiendo con mayor frecuencia. Los proyectos se realizan con la tendencia de innovar para crecer. Se abren entonces las oportunidades del éxito. 

En los roles de la vida cotidiana, de pronto nos toca desempeñar juegos que no son de nuestro agradado, pero no necesariamente debemos jugarlos como otros nos dicen. Podemos hacer una transacción. Entonces será necesario hacer uso de ciertos elementos que fortalecerán el cambio. Entre ellos: educación, autonomía   y pleno conocimiento de lo que se va emprender. 

La vida nos da varias oportunidades de ser. En algunos casos pasan desapercibidas. Cuando logramos captarlas, elegimos aprovecharlas o dejarlas pasar, tenemos libertad de elegir.

Resulta complejo tomar decisiones, pero las oportunidades se dan, solo es necesario estar alerta y no dejarlas pasar.  Crear lo tangible de lo intangible.  

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