El recién nacido ignora el contexto socioeconómico, cultural donde vivirá durante varios años. Sus padres u otros familiares, serán los responsables de los cuidados, desde su nacimiento hasta que sea capaz de ser autosuficiente.
Como todo niño sin importar carencias económicas o vivir en opulencia, tendrá ratos felices y otros de llanto, por diversas circunstancias. La alegría, y la tristeza son sentimientos inherentes al ser humano.
Al correr de los años el niño deja de serlo, para convertirse en un joven, quien de acuerdo a los recursos monetarios de sus padres asistirá a un colegio particular o a una escuela pública, para otros menos afortunados, se complicará el acceso a la educación escolarizada.
Llegará el momento de tomar sus propias decisiones, donde asumirá las consecuencias del estilo de vida.
La libertad y la paz, son elementos imprescindibles para tener una vida digna. La educación familiar y formación escolar permiten al sujeto desarrollar un pensamiento crítico, éste, coadyuvará en el razonamiento y manejo de emociones antes de tomar decisiones que incidirán en su proyecto y estilo de vida.
Historias ficticias como la de Andrés y Ricardo, suelen confundirse con otras que no lo son.
─La clásica reunión empresarial de cada año estaba en su apogeo. Dando palmaditas, aplaudiendo las insulsas y grotescas participaciones del jefe. Las chicas evitando la cercanía con el jefe, algunas no soportaban sus estúpidas bromas misóginas, debían sonreír, de no hacerlo, podrían no recibir aumento de sueldo o lo peor, perder su trabajo. Mis compañeros cuando quieren quedar bien con él, lo felicitan por “su gran ingenio”. Qué hipocresía, en su mayoría son fingidas, ─preocupado, y disgustado por verse obligado estar en ese lugar, así pensaba Andrés.
─Me gustaría estar en casa y leer esa novela que me tiene intrigado, bueno; solo espero escabullirme pronto, tengo deberes que cumplir necesito el empleo, será complicado encontrar otro. Aunado a las próximas elecciones donde todo es incierto el panorama no es nada halagador.
Millones de pesos tirados a la basura en campañas políticas que solo son mentideros. Esos recursos debieran utilizarse en restaurar a la ciudad de Acapulco y sus alrededores. Dar mantenimiento a las escuelas, invertir más en tecnología. Da vergüenza conocer los avances en otros países, y nosotros… creo vamos a paso demasiado lento.
Con andar pausado, Andrés disfrutaba su copa, entre los bien cuidados jardines. Alzó la vista y reconoció a su amigo.
─¡Ah, ya veo a Ricardo y a su familia, es ahora o nunca, debo decírselo! Corre un grave peligro, lo que descubrí supera lo que había imaginado.
─Andrés, ─grito Ricardo, ─te estábamos buscando, Lilí pregunta por su padrino, ya sabes que te quiere mucho ─amor correspondido, también adoro a esta bella princesa ─dijo Andrés.
¡─Qué gusto verte compadre!, ─el placer es mío Esmeralda, gracias a ustedes mi tarde será diferente.
─Ricardo, es urgente que hablemos, ─ si, ¿qué sucede? ─ya lo sabrás respondió Andrés.
─Llevaré a Esmeralda y a la niña al área de juegos, ya vuelvo. ─el amigo dio el último trago a su copa y esperó.
─ ¿Por qué tanto misterio compadre? ¿qué es lo que tanto te preocupa, ─preguntó Ricardo.
─Mira amigo, nos conocemos de toda la vida y me preocupas tú, y tu familia, necesitas pensar bien los pasos que quieres dar, estás a punto de cometer el error más grande de tu vida.
─Me tienes intrigado Andrés, ¿de qué se trata?, ¿Por qué tanto misterio?
─ Ricardo, si aceptas el empleo que te ofrecen, corres el peligro de meterte en un callejón sin salida y poner en riesgo a tu familia.
─¿Qué tiene de malo querer vivir con ciertos lujos?, el salario será cien por ciento mayor al de aquí.
─¿Sabías que esa empresa no es legal?, ¿Qué los inversionistas mayoritarios pertenecen a uno de los carteles más violentos del país?
─Algo se escucha por ahí, pero también puede ser un ataque de sus competidores, ─dijo Ricardo con una sonrisa burlona.
─No amigo, no lo es, tengo información fidedigna, al aceptar ese empleo corres gran peligro. Tú, lo sabes, si algo no es de su agrado cobrarán venganza, y recuerda, irán primero por tu familia, piénsalo, ellas no merecen vivir en la cuerda floja.
─Andrés no creas en todo lo que dicen, no pasa nada, yo quiero ganar más dinero antes de llegar a viejo, quiero divertirme, viajar, tener buenos autos, no la porquería tercermundista que traigo. No te preocupes Andrés, ya estando dentro consigo un buen empleo también para ti.
Se despidieron con el clásico: nos vemos, luego seguimos hablando.
Los amigos caminaron en direcciones opuestas.
─Es un zoquete, no valora el gran tesoro que tiene; siempre quiere más dinero. Ricardo no imagina que he estado enamorado de Esmeralda toda la vida, que Lilí pudo haber sido mi hija; solo qué por mi timidez, tardé en declararle mi amor y él se adelantó. En cada mujer que conozco busco algo de Esmeralda; creo que nunca podré formar una familia.
Meses después, Andrés vio a su amigo manejando un carro de lujo, calculó por la marca, que habría costado un millón y medio.
─Logró lo que quería, sí que ha cambiado, más rápido de lo pensaba. Aquel amigo que conocí desde la primaria se ha esfumado. ─Andrés sintió un ligero dolor en el pecho, duele perder un amigo
El clima había cambiado repentinamente, una ligera lluvia empañaba los cristales del auto. La gente corría tratando de evitar mojarse. Andrés había planeado ir al teatro, el panorama era triste, optó por regresar a su casa.
Ricardo lo había visto, pero no quiso saludarlo, no era necesario en su nueva vida.
Una negra historia empezaba a escribirse.