QUITO/Xinhua
Las 36 cárceles de Ecuador se encuentran desde hoy martes bajo el estado de excepción por 60 días decretado el lunes por el presidente Guillermo Lasso, ante la violencia registrada en los últimos días entre grupos delictivos al interior de centros penitenciarios, informó la Secretaría General de Comunicación.
La dependencia difundió el decreto firmado por el mandatario como medida urgente «por grave conmoción interna» en los penales, a fin de precautelar los derechos de los presos, cuerpos de seguridad penitenciaria y miembros de la Policía Nacional.
La medida busca también controlar las circunstancias que han alterado el funcionamiento del sistema penitenciario, restablecer la convivencia pacífica y el orden.
El decreto dispone la intervención de las Fuerzas Armadas al interior de las cárceles ante situaciones graves de alteraciones al orden, además de la participación de la Policía para reforzar el control interno y perimetral de los penales, las vías y zonas de influencia.
Se ordenan también las requisas a que haya lugar en casos de extrema necesidad y se suspende la libertad de reunión de los internos durante el día.
El decreto se expidió después de que el pasado 22 de julio iniciaron «enfrentamientos hostiles armados» en el Centro de Privación de Libertad de Guayas número 1, en Guayaquil (suroeste), la ciudad más violenta del país sudamericano, con saldo de seis reos asesinados y 11 heridos.
Los disturbios se han extendido a otras cárceles con la retención de agentes penitenciarios, a lo que se suma una huelga de hambre en alrededor de una docena de prisiones.
De acuerdo con el Gobierno de Ecuador, los grupos delincuenciales usan armamento tipo militar como fusiles de alto calibre y explosivos, que ha sido detectado por personal de inteligencia militar, policial y penitenciario.
Desde febrero de 2021, cuando se desató una ola de motines en penales ecuatorianos, más de 400 reos han perdido la vida en enfrentamientos con bandas rivales vinculadas al narcotráfico, según las autoridades locales.
