Enfocado quiere decir centrado, concentrado, focalizado, orientado, o sea es lo opuesto de disperso.
Su primer uso está en la fotografía y se refiere a hacer que la imagen de un objeto reproducida en el foco de una lente se recoja con nitidez. Las cámaras actuales ya enfocan automáticamente, aún las de los celulares, pero antes tenías que mover la lente hasta que el objeto a fotografiar quedara enfocado, es decir, quedara muy claro, nítido. Sin embargo, has de notar que una vez enfocada una cosa o persona, lo demás queda desenfocado, o sea, pasa a segundo término.
Así es también en la vida. Lo que quieras capturar te tienes que enfocar en ello y lo demás pasa a segundo plano. El problema es que hay muchas personas dispersas o que se enfocan en las cosas secundarias y dejan lo principal fuera de foco.
En la vida, enfocarse es dirigir la atención, el interés y las acciones hacia un asunto prioritario que nos va dar un beneficio determinado, superior a cualquier otro, así que, determinar en que enfocarte, es vital.
Tu primer y prioritario enfoque debe ser Dios. Esto significa enfocarte en tu relación personal con Él y en tu servicio a Él. Ninguna otra cosa o persona te podrá traer mayores beneficios. La Biblia dice que “Todo lo que es bueno y perfecto desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre”.
Entonces, estar prioritariamente enfocado en Dios y en su servicio a Él, no solo le agrada, sino que es lo que más te conviene, en todos los sentidos y en todas las área de tu vida.
La siguiente prioridad en que enfocarte es tu familia, tu conyugue y tus hijos. Es con los que vives y convives todos los días y son los que te aman de verdad.
Debes trabajar activamente en la unidad familiar, pasar tiempo juntos, pero no pegados a la tv, sino conviviendo, salir a dar paseos, hacer deporte o disfrutar de tiempos de relax juntos. La familia debe tener metas y sueños comunes y celebrar cuando estos se consiguen. Debes enfocarte en agradar y servir a tu esposa. Debes enfocarte en enseñar y educar a tus hijos, que son dos cosas diferentes. Debes proveer para ellos, no solo dinero y comida, sino para toda necesidad, ya sea espiritual, emocional o física.
Finalmente debes enfocarte en tus negocios o en tu trabajo, que es lo que puede llevarte a la prosperidad financiera. Uno de los principios de la prosperidad es la excelencia en el quehacer, esto significa que seas puntual, eficiente, productivo, honesto. Hay personas displicentes que ven el trabajo como un castigo, pero el trabajo es una bendición que debes cuidar, recordando que está por detrás de las otras dos prioridades.
Por supuesto que hay otras cosas en las cuales enfocarte, como en el cuidado de tu propio cuerpo. Pero recuerda que, en una foto, cuando enfocas lo principal, las cosas de atrás se van difuminando. Así es la vida cristiana, lo principal es Dios y su obra, luego tu familia y luego tus negocios. Enfócate.
Pastor Jorge Cupido
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