Guadalupe Zarate es una mujer con una gran pasión que ha dictado su vida profesional y que le ha dado una fascinación por descubrir cómo se dieron las cosas, cuál fue el inicio de los objetos y sucesos, además de la satisfacción de visitar personas, lugares y ver archivos que le den las respuestas.
Monógama vocacional
Lupita Zárate es Licenciada, Maestra y doctora en Historia (orgullosamente UNAM), y su casamiento profesional se dio con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a la que considera una institución maravillosa y muy valiosa para los mexicanos.
Para ella, trabajar en el INAH es trabajar para una sociedad y para un momento histórico social, porque es una institución que tiene la fortaleza incluso de detener una obra civil para conservar un monumento, pero siempre basándose en una investigación seria y profunda.
Pero es multifacética
Debido a que hace investigación básica, no porque sea sencilla, sino porque las fuentes de investigación están vinculada a diferentes sectores y personas expertas en sus campos, la Dra. Lupita ha visitado archivos, hemerotecas, fototecas, escuchado la Historia oral, revisado fuentes que sean testimonios de una época y conocido a personas que no tienen a la historia como su campo profesional.
Eso le ha permitido trabajar al lado, incluso de arquitectos, guías de turistas, tejedoras, y ella misma servir de consulta para ciudadanos ávidos de curiosidad o preocupados por un monumento que puede estar en situación riesgo. Su ánimo le ha permitido aprender de diversos lenguajes para comunicarse con y para diferentes sectores y propósitos.
Centro Queretano de la Imagen
Lupita Zárate fundó el Centro Queretano de la imagen con el objetivo de crear una institución dedicada a la fotografía creativa y a la testimonial, un acervo de imágenes para dejarle a las futuras generaciones sobre cómo viven los queretanos.
Para Lupita, este fue un paso importante para la población, porque parte de la memoria en el mundo es visual, somos productores de imágenes. Y, desde la creación de las cámaras, buena parte de testimonios y el acontecer humano se ha plasmado en fotografías; sin embargo, son retratos humanos se encuentran dispersos entre particulares o instituciones, es por ello que uno de los objetivos del Centro es poder conjuntarlos, conservarlos y formar colecciones visibles.
El Centro Queretano de la Imagen no se dedica sólo al arte, aun si es una parte importante del mismo, también considera primordial el testimonio histórico. Por eso, sus espacios también se caracterizan por estar abiertos a la producción contemporánea, al registro de los hechos actuales que se convertirán en testimonios del pasado.
Fue por su hermana o por el futuro marido, pero pudo dedicarse a la historia
Cuando era niña despertó en su pequeño ser esa pasión que le permitiría vivir muchas vidas y entender varias historias, y nunca se apagó esa llama.
por fortuna, su familia no se opuso a su decisión, curiosamente porque su padre estaba convencido de que, por ser mujer, algún día tendría un marido que la mantuviera, así que podía dedicarse a lo que quisiera, pues no necesitaba preocuparse de ganar dinero para vivir.
Como segunda curiosidad, que su hermana decidiera ser doctora también le facilitó el camino, pues sus parientes más modestos se preocupaban de que la hermana pudiera ver cuerpos masculinos desnudos. Y cuando Lupita soltó la bomba, esos parientes ya no temían por su santidad visual, era una carrera menos conflictiva para su moral.
Una vocación que ocupa dedicación, no género
A Lupita ya le tocó ser parte de una generación en que ya había muchas profesionistas, porque sucesos como el del 68 habían impactado en el comportamiento y aspiraciones de las mujeres, que dio pie a un despegue femenino en la academia.
Sin embargo, el estudio de la historia sigue siendo un campo que falta explotar, aunque ha tenido sus avances, se necesita de personas que se dedican al estudio de la historia y no sólo a su declamación. Por otro lado, también cree que hacen falta maestros (de prescolar, primaria y secundaria) que despierten esa curiosidad en los alumnos, que logren ebullir en ellos un deseo por saber el origen de los acontecimientos o de los objetos, es decir, fomentar ese deseo innato de descubrir que tenemos los humanos.
“Todos tenemos la pulsión de saber nuestro pasado, todos. Por eso existe la historia y la historiografía, es una pulsión humana, todos nos preguntamos de dónde venimos, así que no es una actividad ajena”
Dejando legados
En todos estos años de profesionalismo, la Dra. Lupita Zárate además de dejar legados escritos en libros y artículos, ha construido espacios que sirvan para propiciar el saber del pasado.
No fue sólo el Centro Queretano de la Imagen, también es fundadora del Museo de los Milagro, en el santuario de la virgen de Dolores, con los exvotos pintados. Y en el Museo Regional estudió sus colecciones presentes, con las cuales creó un libro llamado ‘La historia de la Cosas’, que es el origen de las mismas.
Sin duda, todos estos han sido logros dignos de una historiadora de hueso colorado que quiere preservar la memoria tanto como sea posible.
