Sin duda una de las Instituciones que más cambió durante el gobierno de Francisco Domínguez fue el Instituto Queretano de la Mujer (IQM), los nuevos proyectos y objetivos que implementó la administración le dieron una nueva identidad, que busca igualdad sustantiva y coadyuvar con la erradicación de la violencia contra las mujeres.
Por estas razones Punto Bajío se acercó a Valeria Guerrero (directora titular de la Institución y una de las principales responsables de su crecimiento y evolución), para conocer un poco sobre ella, y cómo su convicción y objetivos le han dado forma al IQM.
Describiendo a Valeria Guerrero
Valeria Guerrero se considera una joven solidaria, sorora con otras mujeres, que está en una constante deconstrucción, con muchas inquietudes, con una personalidad protectora, con gusto por generar proyectos, por investigar y leer. De hecho, es ese ánimo por seguir generando y descubriendo lo que la llevó a la administración pública, con la idea de hacer política para hacer comunidad.
Sin embargo, y para poder lograr todo lo anterior, una de sus prioridades es cuidar de sí misma y de su salud mental, especialmente desde el último año. Cuando empezó la pandemia, inició con terapia como parte de un proceso personal y, al mismo tiempo, como reflejo de su trabajo.
Hoy por hoy puede decir que es una mejor versión a la Valeria de ayer, la de hace unos meses o un año, pues el espacio institucional, las experiencias y la madurez que adquirió en el Instituto le han dejado muchos aprendizajes. Definitivamente no es la misma mujer de hace seis años, hoy es una persona más sensible, más honesta con ella misma, una mujer que se reclama menos y se permite más.
Si sabes quién eres, sabes lo que quieres
Siempre protectora, con mucho liderazgo, con gran pasión por organizar eventos escolares, coordinar equipos de trabajo, por conciliar, negociar y llegar a acuerdos entre partes, entendió que ésa era su vocación; las clases de derecho en preparatoria la terminaron de convencer que ésa sería su carrera. Aunque su lado familiar también la llevó a estudiar administración empresarial.
Sin embargo, su deseo de hacer algo en pro de las mujeres surge desde la universidad, cuando fue representante estudiantil la primera presidenta votada de la facultad de derecho (UAQ). Esta posición la hizo víctima de violencia política y de comentarios constantes que afirmaban que ella, por ser mujer, no daría la talla para su posición.
El Instituto Queretano de la Mujer y su nuevo rumbo
En su tiempo como representante en la Facultad de Derecho de la UAQ, Francisco Domínguez (senador en esa época) la invitó a colaborar en su campaña y, una vez ganadas las elecciones, Valeria pidió trabajar en el IQM, porque veía ahí una oportunidad de enorme de fortalecer los servicios de atención que se brindaban.
“Siempre me movió esa parte de generar una mejor plataforma para las víctimas y, de manera particular, a las mujeres”
En 2015 entró como directora técnica, en 2017 pasó a ser la directora titular de la Institución, con 25 años, pero tenía ya 6 años de experiencia en el servicio público. A su ingreso, se encontró con una realidad compleja donde no se perseguían los delitos, no había protocolos de investigación e incluso no se hablaba de temas de violencia, el Instituto Queretano de la Mujer era más un centro para ‘entretener’ a las mujeres que un organismo legal para ayudarlas.
Por eso se comprometió en hacer una reingeniería en el IQM, tejer redes de colaboración al exterior, siendo su mayor objetivo el fortalecer su servicio, darle el carácter y el respeto que merecía. Con esas directrices, lograron que el Instituto llevara su acción legal y su acción institucional a la realidad, es decir: transversalizar perspectiva de género, generar políticas públicas, impulsar reformas de ley y generar un cambio institucional con otras dependencias.
Al inicio del sexenio, había 7 institutos municipales legalmente establecidas, ahora, a su salida, lograron formar las 18 instituciones municipales. Además, crearon el programa ‘Formación de formadoras y formadores’ al interior de la administración pública, impactando a poco más de 10 mil servidores públicos. Y, si bien su trabajo en campo, siempre exhaustivo, se vio frenado debido a la pandemia, Valeria cree que van a rebasar una cifra de 300 mil personas atendidas en servicios preventivos.
El último gran proyecto del IQM es el Refugio Nu’Ju, que ayuda a cerrar la pinza de muchas cosas que se trabajaron durante la administración. Este refugio nace como un espacio digno que no sólo es para salvaguardar la integridad física y emocional, sino que es un espacio digno que pueda considerarse una segunda casa, y no un espacio para dormir que genera más estrés.
“Creo que el punto aspiracional es que ninguna mujer tenga que estar aislada de su espacio, pero los casos que se atienden ahí, si no tienen ese tratamiento, son mujeres que no estarían con nosotros, es un espacio que salva vidas”
Gracias a estos resultados, puede decir que está muy feliz y satisfecha con lo que va a entregar a la siguiente gestión.
¿Qué sigue en la vida profesional de Valeria Guerrero?
En estos momentos Valeria está centrada en cerrar adecuadamente esta gestión. Y si bien existen algunos proyectos a los que podría sumarse, nada está asegurado, pero hay algo que sí puede decir:
“Siempre con la convicción y la intención de seguir sirviendo al estado, de seguir sirviendo a la gente, de dar lo mejor de mi en cada momento, creo que en eso estoy más que convencida y clara”