QUITO/Xinhua
El exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, fue trasladado hoy sábado a una prisión de máxima seguridad en la ciudad costera de Guayaquil (suroeste), tras ser detenido el viernes en la Embajada de México en Quito, donde estaba refugiado desde diciembre pasado, informó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI).
Imagen de archivo de Jorge Glas (d) saludando a los asistentes a su audiencia de apelación, en la sala de la Corte Nacional de Justicia, en Quito, capital de Ecuador, el 23 de mayo de 2018. (Xinhua/Str)
El organismo indicó en un comunicado que Glas fue trasladado al Centro de Privación de Libertad Guayas número 3, conocido como cárcel «La Roca», en cumplimiento a las disposiciones emitidas por autoridad judicial competente y bajo un estricto operativo de seguridad coordinado junto con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
Explicó que el exvicepresidente una vez en el centro de destino «se le realizará la respectiva valoración médica» por parte del Ministerio de Salud Pública y «será ubicado de conformidad con los criterios de clasificación inicial».
Glas, quien fue vicepresidente entre 2013 y 2018, fue llevado a prisión tras abandonar a las 07:20 hora local (12:20 GMT) la Unidad de Flagrancia de la Fiscalía en Quito a bordo de un vehículo blindado de las Fuerzas Armadas en medio de un fuerte operativo de seguridad.
El exvicepresidente enfrenta dos condenas por los delitos de asociación ilícita y de cohecho, de las cuales ha cumplido cinco años de cárcel; además de que pesa en su contra una orden de prisión en un caso relacionado con el delito de peculado.
Alrededor de las 23:00 hora local del viernes, grupos de élite de la Policía de Ecuador irrumpieron por la fuerza con carros blindados la Embajada de México en Quito, que estaba fuertemente custodiada por militares.
Este hecho se produjo después de que el Gobierno de México le otorgó a Glas asilo político, decisión que fue rechazada por el Gobierno ecuatoriano que la consideró como «un acto ilícito» y reiteró que no otorgará al exvicepresidente un salvoconducto para que abandone el país.
La irrupción policial, en la que los uniformados treparon paredes y vallas de la embajada mexicana, exacerbó las tensiones entre ambos países y llevó al Gobierno mexicano a romper relaciones diplomáticas con Ecuador.
«En consulta con el pdte. (Andrés Manuel) López Obrador, ante la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador, México anuncia el inmediato rompimiento de relaciones diplomáticas con Ecuador», escribió la canciller mexicana, Alicia Bárcena, en su cuenta de redes sociales.
El Gobierno de Ecuador todavía no se ha pronunciado sobre la decisión mexicana.
Ecuador ha argumentado que México no podía conceder asilo al exvicepresidente porque este no se otorga a quienes se encuentran procesados o condenados por delitos comunes.
«Ecuador es un país soberano y no vamos a permitir que ningún delincuente quede en la impunidad», dijo el Gobierno en un comunicado.
Además, el jueves el Gobierno de Ecuador declaró «persona non grata» a la embajadora mexicana en Ecuador, Raquel Serur, tras las declaraciones «muy desafortunadas» de López Obrador, según la cancillería del país sudamericano.