De niños practicamos actividades artísticas y deportivas que nos brinda la escuela o que en ocasiones nuestros padres ponen a nuestro alcance. A veces son acertadas y descubrimos que somos buenos en tal o cual cosa, pero pocas veces le damos el valor necesario a lo que estamos haciendo y se vuelve una actividad rutinaria y sin chiste. Cuando llegamos a la adultez disminuyen los tiempos para practicar y dedicarnos a lo que realmente nos gusta, nosotros mismos reducimos nuestras oportunidades de realización de las mismas. Pero cuando realmente entregamos el corazón y el alma a lo que hacemos podemos descubrir innumerables cualidades que pensábamos no tener y darnos cuenta que somos talentosos en ciertas cosas. El TALENTO es un conjunto de habilidades intelectuales y artísticas que nos dan la capacidad de destacar . Tener talento significa tener habilidad para desarrollar una actividad con gran facilidad. Hay talentos heredados y talentos aprendidos. El talento heredado se da por cuestiones genéticas y el talento adquirido se presenta gracias al aprendizaje y a la práctica.
Como padres es importante ayudar a nuestros hijos a descubrir en qué son talentosos, porque todos y cada una de las personas tenemos algún talento, solo es cuestión de desarrollarlo. Otra cualidad que debemos favorecer en nuestros hijos es el INGENIO. Una persona ingeniosa es aquella que gracias a cierta viveza y disposición, encuentra recursos y medios para conseguir algo y solucionar lo que se le presenta. Alguien con ingenio aprende con facilidad lo que se le enseña, tiene buenas ideas y es bueno explicando lo que aprende. Hay que darles a nuestros hijos, y darnos a nosotros mismos la oportunidad de demostrarnos que somos talentosos e ingeniosos si nos lo proponemos…nunca es tarde para practicar actividades que nos gustan y que alimentan el alma y espíritu.