En estos días de arreglos y adecuaciones en casa para dar la bienvenida a familiares, fue necesario asignar otro espacio a ciertos objetos que me han acompañado por muchos años. Son muy valiosos para mí, no por su valor monetario, sino por lo emocional. Representan la amistad y el cariño de familiares y amigos.
Procuro colocar las figuras de porcelana, cerámica y cristal en un lugar donde no sufran algún accidente. Al observarlas, la memoria tiende a viajar al espacio y momento en que llegaron a mí. Traen consigo el recuerdo de quienes me las obsequiaron.
El tiempo dedicado a su limpieza y reacomodo fue mayor del que yo esperaba. No podía ser de otra forma, si permanecía de cinco a diez minutos con cada objeto, recordando mis andanzas en aquellos años. Las emociones despertaron la imaginación y esta voló a las alturas.
De pronto, estaba metida en la ficción.
Me preguntaba: si no fuera humana, ¿qué me habría gustado ser?
Si fuera color, sería azul. Lo amo, me encanta el cielo, el mar en sus diferentes tonos. Es relajante, lo adoro. ¿Cómo no hacerlo? si la Tierra donde vivo es llamada el planeta azul.
Figura geométrica: rectángulo. Diversos objetos que empleamos en la vida tienen esta forma: cuna, cama, mesa, pizarrón, escritorio, enseres y muebles relevantes en el continuo de nuestra vida.
Estación del año: primavera. Es fascinante observar cómo la naturaleza renace después del frío invierno, cuando nos obsequia una multicolor florescencia y exquisitos aromas con sus renuevos. Es un renacer a la vida.
Música: arias de algunas óperas: Mozart, Verdi, Wagner. También las composiciones populares reconocidas a nivel mundial, interpretadas por orquestas. La música es necesaria para el ser humano, armoniza el estado de ánimo, despierta la sensibilidad en la creatividad y el amor.
Expresión artística: pintura. Por las emociones que despiertan las pinceladas de vida del pintor, que subyacen en la mezcla de los colores. A través de ella se pueden hacer viajes imaginarios hacia épocas remotas. Caminar con los pintores, participar en sus noches bohemias. Escuchar su lenguaje eufórico sobre el destino de sus obras, de lo famosas que serán al pasar los años; sobre todo, si yo fuera esa pintura.
Profesión: docencia. Permite entrar a un mundo mágico, donde se construyen puentes para caminar hacia los conocimientos y las fantásticas relaciones humanas. A través de ellas, se puede jugar con la ciencia y pensar en tocar la inmensidad del universo. Aprender de la imaginación de los niños, envolverse en su torrente de alegría, cobijarse con el sereno de la noche, pensando en que mañana estarán los niños esperando para continuar la aventura de aprender.
Elemento: agua. En su modalidad de lluvia. Humedece la tierra para producir los frutos que darán alimento a los seres vivos. Observar a los árboles que agradeciendo la lluvia orgullosos dan sus frutos. Congratularse al ver el rostro sonriente de los campesinos, que amorosos reciben la lluvia para sus sembradíos. Y la fascinación de ver a los pequeños chapotear en charcos de agua.
Personaje histórico: Marie Curie. Grandiosa científica, dio pasos relevantes en el camino de la ciencia. Fue pionera en el estudio de la radiación. Descubrió los elementos químicos del radio y el polonio. Dedicó su vida a la investigación científica, su trabajo aportó elementos para otros descubrimientos, coadyuvando en el desarrollo científico en beneficio de la humanidad.
Tuvieron que pasar varios años para ser reconocida como gran científica. Al inicio, no fue admitida entre los grandes solo por ser mujer. Fue en 1903 cuando recibió el premio Nobel de Física.
Literatura: libro. Invitaría a los niños a viajar a lugares lejanos de donde ellos viven, les contaría muchas e interesantes historias. Si yo fuera un libro de cuentos, los presentaría con los personajes que han vivido siglos emocionando a los niños y adultos. Podrían platicar con el rey Arturo. Tal vez él quisiera decirles cómo pudo extraer la espada de la piedra, siendo un jovencito. Se encontrarían con Los tres mosqueteros, que son cuatro: Athos, Portos, Aramis y D’ Artagnan, para correr con ellos algunas aventuras.
En todo caso, a los niños que cursan segundo o tercer grado de primaria, los invitaría a la casa de Blanca Nieves y los siete enanos. Jugarían con ellos y pudiera ser que lograran que Gruñón sonría al escuchar y ver jugar a los niños. Ellos, a su vez, tendrán elementos para desarrollar su imaginación y escribir sin problemas las pequeñas historias que la maestra deja de tarea, obtendrán mejores calificaciones, que a su vez harán felices a sus padres, quienes podrán sentirse orgullosos de sus hijos, lo presumirán con sus vecinos, amigos, familiares; los papás son felices cuando sus pequeños sobresalen en los aprendizajes escolares.
Si pudiera ser un libro de ciencia, me sentiría muy feliz. Invitaría a los jovencitos a realizar un viaje por los interesantes caminos de la ciencia, dando oportunidad a que se enamoraran de la investigación, que es una oportunidad para conocer mejor el mundo en que vivimos.
Existen grandes campos por descubrir, es muy poco lo que conocemos. Niños y jóvenes podrían desarrollar la capacidad de análisis, síntesis, reflexión, reconocer la realidad de la ficción, formándose un pensamiento crítico.
La lectura es una ventana por donde se pueden vislumbrar diversos caminos de vida.
No cabe duda, la imaginación permite hacer cercanos o largos viajes, sin costo ni peligro alguno. Nuestro cuerpo está en casa, la mente está trabajando.
Por fin, terminé de acomodar mis objetos preferidos. En un lugar estaban tres libros que había dado por perdidos. Me sentí feliz, pronto los leeré.
Por lo pronto, ha terminado mi viaje imaginario.