Un día, mientras leía mi Biblia, me encontré con este pasaje que llamó mi atención, especialmente porque no entendía claramente lo que quería decir: «Deténganse en los caminos y miren. Pregunten por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y anden en él; y hallarán descanso para sus almas». (Jeremías 6:16)
Entonces me puse a meditar y estudiar su contenido para descubrir que quería decir el Señor con preguntar por eso de las “sendas antiguas”. Lo primero que debes hacer es entender el significado original de las palabras. Entonces me encontré con esto: “Sendas”, es la palabra hebrea “natíb” que significa camino, senda, ruta y “Antiguas”, es la palabra hebrea “olám” que significa lo que es desde siempre, lo permanente, lo eterno, lo establecido desde la eternidad y para siempre.
Entonces, en este versículo, sendas antiguas significa “el buen camino establecido por Dios desde la eternidad y para siempre”.
Antes de que Dios creara al hombre o la Tierra sus caminos ya habían sido establecidos y Él caminaba por ellos. Cuando Dios creó a Adán y Eva, los hizo a su propia imagen y estableció dentro de ellos sus caminos que son sobrenaturales, infinitos y desde la eternidad. Estas sendas incluían formas de pensar, de hablar, de conducta y de relacionarse unos con otros.
Debido a que el hombre escogió el pecado, se ha apartado cada vez más y más de estas sendas, pero gracias a Jesús podemos volver a ellas. Dios nos instruye que debemos preguntar nuevamente por las sendas antiguas y que ellas son el buen camino.
La palabra hebrea para “buen”, utilizada en este pasaje, significa bueno, placentero, agradable, feliz, próspero y excelente. Estas características son el resultado de caminar en las sendas antiguas de Dios y la Biblia nos dice que cuando caminemos en estas sendas encontraremos descanso para nuestra alma.
El problema es que muy pocas personas conocen las sendas antiguas y menos las siguen, por lo que la vida es una constante de sufrimiento, temor, angustia y desesperanza. No están caminando en las sendas antiguas de Dios y muchas áreas están agobiadas día tras día. Importantes necesidades espirituales, emocionales, financieras, familiares y de salud están insatisfechas.
Las sendas antiguas y eternas de Dios son sus principios inalterables dados a conocer en la Biblia, es decir, las instrucciones en la Palabra de Dios son las sendas antiguas. Ese es el camino a seguir y viene con promesas: prosperidad, disfrutar la vida, poseer la tierra y vida eterna. Podríamos decir que las sendas antiguas son el GPS divino que te lleva por el mejor camino y cuyo destino es el cielo.
Cada uno debe tomar la decisión de cual camino tomar en esta vida. Dios nos dio esa opción, dándonos a conocer los resultados: la bendición o la maldición. Es claro que solo hay una opción que te conviene. La mayoría de la gente escoge sus propios caminos y paga las consecuencias en su vida, pero, en realidad, no hay más que un camino perfecto, el camino de la bendición.
El resultado de una vida caminando en las sendas antiguas, es una vida con identidad firme, con propósito claro, con pureza, con frutos, que recibe libertad, poder y todos los regalos maravillosos y sobrenaturales de Dios en esta vida y en la eternidad.
Pastor Jorge Cupido
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