Una manera de relajarnos y combatir el estrés de nuestras tareas cotidianas es invitar a la RISA a nuestra vida. Reírnos de lo más simple, o de aquellas cosas que aunque no nos gusten pasan ayuda a sobrepasarlas. Enseñar a nuestros hijos a reírse cuando suceden cosas aunque no sean agradables, hace que éstas sean más llevaderas. Ante las diversas situaciones cada persona actúa de manera diferente, pero me he dado cuenta que la risa puede ser nuestra mejor aliada en situaciones cómodas o hasta en las más incómodas. Por ejemplo cuando una persona se tropieza y cae, y en seguida se ríe, libera toda tensión para ella misma y hasta para los espectadores. En cambio cuando por el contrario se cae y se enoja, seguro la pasará dándole vueltas a la caída todo el día , y eso no la hará regresar el tiempo y evitar el que se haya caído. Así pasa con la vida misma, todos nos tropezamos y caemos, pero lo importante es cómo nos levantamos y qué aprendimos de la caída. Está comprobado científicamente que la risa estimula ciertas sustancias en el cuerpo humano que le ayudan a su mejor funcionamiento y a relajarlo. En algunos hospitales se utiliza la risoterapia como técnica alternativa para los pacientes, ya que si bien la risa no los cura, les hace más llevadera su estancia en ese lugar.
En casa podemos implementar actividades en las que la risa esté presente, cada momento del día es bueno para reírnos con nuestros hijos, reírnos en familia. Desde unas simples cosquillas, hasta reírnos porque se nos cayó un vaso, cantar riéndonos, bailar, hacer cosas divertidas que nos hagan reír y jugar. La risa nos permitirá ver el mundo de una manera más positiva, y cambiará el color de nuestros días.
Te has puesto a pensar ¿cuántas veces al día sonríes? La sonrisa es algo con lo que contamos todos los seres humanos, y de cada uno de nosotros depende que esté o no presente en nuestras vidas. Sonreír hace sentir bien al que decide sonreír y a los que están a su alrededor. La sonrisa es el reflejo de la alegría que hay en nuestro corazón. Regalar una sonrisa a los demás nos permite conocer lo mejor de las personas que están a nuestro alrededor. Intenta sonreír aunque estés cansado, aunque vayas en el tráfico, con tus compañeros de trabajo, con tu familia y verás lo que por arte de magia sucede cuando sonríes.
Te has preguntado ¿cuántas veces haces sonreír a los que te rodean? En la interacción con los demás, nuestras acciones traen reacciones, y el mostrar una sonrisa por pequeña que sea, seguro te traerá de regreso más sonrisas. Piensa en la sonrisa como un regalo de amor hacia los demás…es un regalo que no cuesta nada y vale mucho.
La sonrisa con nuestra pareja e hijos, es una gran manera de mostrar cariño, una llave en la puerta de la comunicación y una herramienta en la ardua tarea de educar. Podemos provocar sonrisas en casa de distintas maneras: Una broma blanca, un juego, una palabra tierna que traera diversión a nuestra dinámica familiar.
Enseñemos a nuestros hijos a sonreír a los demás, a ser amables, a amar con un corazón grande, con un corazón alegre.