La reputación corporativa de las principales empresas del sector de alimentación y bebidas en México es en media moderada, con indicadores de admiración, respeto y confianza por debajo de lo esperado. Esta es la principal conclusión del estudio RepCore® Alimentación y Bebidas México 2023 que acaba de publicar la consultora internacional Reputation Lab.
En el pasado mes de marzo se ha realizado una consulta a los consumidores mexicanos para diagnosticar la reputación del sector de alimentación y bebidas, para lo cual se ha utilizado el modelo de métricas de reputación RepCore® adaptado a la idiosincrasia de este sector. Dicha herramienta permite cuantificar la admiración, respeto y confianza a que es acreedora una empresa y explicarla mediante un conjunto de 23 variables racionales o atributos que se distribuyen en 5 dimensiones: Productos, Liderazgo, Medioambiente, Compromiso social y Gobernanza. Además, el modelo permite monitorizar y analizar un conjunto de actitudes de apoyo como la intención de compra, de recomendación, de solicitar empleo, o de concederle el beneficio de la duda en el caso de escuchar una noticia negativa acerca de la empresa.
En esta consulta se entrevistó a una muestra representativa de 1.357 consumidores mexicanos, que opinaron sobre 18 de las mayores empresas de alimentación y bebidas que operan en México, tanto nacionales como internacionales. Atendiendo a la escala normativa internacional RepCore®, ninguna de las 18 empresas tiene una reputación excelente, sólo una de ellas tiene una reputación fuerte, 11 muestran un nivel moderado, y hasta 6 empresas de este grupo tienen reputaciones débiles, que implican un menor nivel de apoyo de los consumidores y las hacen más vulnerables a situaciones de crisis.
Los cuestionamientos que han recibido algunas de estas empresas al ser acusadas de los malos hábitos de alimentación causantes de la obesidad infantil y otros problemas de salud puede estar detrás de estas valoraciones, junto a la subida de precios de la cesta de la compra en el actual entorno inflacionista.
La segunda gran conclusión de este estudio es la elevada correlación de la reputación con las actitudes de apoyo de los consumidores mexicanos. En la medida que una empresa es admirada los comportamientos hacia ella son más positivos, ya sea la intención de comprar sus productos, de recomendarla, de hablar bien de ella o de concederle el beneficio de la duda ante una potencial crisis. Según Fernando Prado, socio de Reputation Lab, “la buena reputación genera indiscutibles beneficios económicos: más ventas, menor coste de capital y mayor capacidad de atraer talento.”
En tercer lugar, cabe destacar la importancia capital de los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en la reputación de las empresas de la categoría. De hecho podemos explicar más del 60% de la reputación de una empresa del sector por variables que podríamos encuadrar en alguna de las dimensiones de sostenibilidad. Cobran especial relevancia según las expectativas de los consumidores atributos específicos de estas áreas tales como “apoyo a las comunidades rurales”, “abastecimiento de proximidad” o “publicidad responsable”, por mencionar tres de los que han sido catalogados como de mayor importancia.
Por último, cabe mencionar que en la situación actual los consumidores mexicanos se muestran mayoritariamente a favor de las recientes regulaciones sobre el etiquetado de los productos de alimentación (inclusión de “sellos”, etc.) y de un mayor control de la publicidad, algo sobre lo que también hay prevista nueva regulación.
Según Natalia Arenzana, socia de Reputation Lab, “en general una mejor reputación de las empresas del sector las haría menos vulnerables a iniciativas legislativas arbitrarias o contrarias a sus intereses, mientras que una percepción negativa de la opinión pública incita a las autoridades a regular en su contra. Por este motivo la gestión de la reputación se convierte en un elemento crítico que debería ocupar una posición prioritaria en las agendas de las empresas de este sector.”