Para comenzar te voy a hacer tres pregunta muy importantes: ¿Quieres prosperar? Obviamente; ¿Quiere Dios hacerte prosperar? Claro que sí; ¿Cómo prosperar? Bueno, lo vamos a ver.
Lo primero que tenemos que hacer es definir prosperidad. En la Biblia se usan dos palabras que significa, respectivamente, «empujar hacia adelante, éxito», y “tener un buen camino, viajar bien”. El diccionario enciclopédico dice que es: “buena suerte, suerte feliz, éxito en lo que se emprende, algo favorable, bienestar”. La academia Mexicana de la Lengua declara que es el «curso favorable de las cosas, buena suerte, éxito económico».
Como puedes notar, en ninguna parte se maneja que se trate de dinero exclusivamente, aunque se da por sentado que lo incluye. Más bien, lo que nos dicen estas definiciones es acerca del bienestar en la vida en general.
Ahora, hay dos tipos de prosperidad, la que viene del mundo y la que viene de Dios. La que viene del mundo trae maldición. La que viene de Dios no solo quita la maldición, sino que trae bendición y la podríamos definir de esta manera: “es tener bienestar en todas las áreas de la vida, durante la vida”. Es un confort integral que abarca lo espiritual, el alma y el cuerpo.
La prosperidad que viene de Dios no significa que todos los creyentes se vuelvan millonarios, aunque si habrá algunos, sino que, sea cual sea su nivel de vida, lo mejore y tenga todas sus necesidades satisfechas. La visión de Dios para la vida del creyente sobre la tierra es que sea bendecida integralmente.
Lo que hace especial y sobrenatural a este tipo de prosperidad es que abarca todas las cosas buenas que el hombre desea en su persona, en su familia, con su iglesia y con Dios. ¿Hay algo mejor que eso? No hay nada que el mundo pueda ofrecer que siquiera se le acerque.
Sin embargo, dentro de la vida cristiana podemos encontrar que hay dos realidades en las finanzas: la pobreza y la prosperidad, con varios grados diferentes. Dios pone la mesa para prosperar, pero cada quién escoge en cual estar. Entonces, volvamos a la última pregunta: ¿Cómo prosperar?
Para contestar esta pregunta hay muchos y excelentes preceptos en la Biblia de cómo hacerlo, comenzando por recibir a Jesús en tu corazón, porque solo de Él proviene la salvación y el rompimiento de la maldición y esclavitud de la pobreza. Pero de esos preceptos hoy sólo te voy a compartir tres:
- CONOCE LAS INSTRUCCIONES DE DIOS PARA PROSPERAR.
Si quieres aprender ingeniería, debes estudiar ingeniería. Si quieres aprender medicina, debes estudiar medicina. Si quieres aprender la prosperidad de Dios, debes estudiar las instrucciones de Dios para la prosperidad. Es lógico. La Biblia dice: “Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña lo que te conviene, que te guía por el camino en que debes andar.” (Isaías 48:17)
- PIDELE AL ESPÍRITU SANTO QUE TE AYUDE A DISCERNIR ESAS INSTRUCCIONES.
La Biblia dice: “El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente.” (1ª Corintios 2:14)
Lo que nos dice aquí es que, hablando de prosperidad, los métodos de Dios son diferentes a los del mundo y los del Señor le parecen locura al mundo. Y es que el método de Dios es espiritual, con consecuencias físicas, por lo que para comprenderlo se necesita discernirlo, es decir, entenderlo espiritualmente.
Si la persona no se pone en manos del Espíritu Santo jamás tendrá una revelación o entendimiento sobre este y otros temas.
- PON POR OBRA LAS INSTRUCCIONES DE DIOS PARA PROSPERAR
La Biblia dice: “¡Qué feliz es el que teme al SEÑOR, todo el que sigue sus caminos! Gozarás del fruto de tu trabajo; ¡qué feliz y próspero serás!” (Sal 128:1-2)
Está muy claro que Dios quiere hacer prosperar a sus hijos. Ahora la última pregunta es ¿Para qué? Principalmente, para que te vaya bien a ti y a tu familia y para que Su Reino se extienda sobre la tierra.
Así que hay muy buenas noticias, la mesa está puesta y tú eres el invitado, aquel a quién Dios quiere y puede prosperar. Manos a la obra.
Pastor Jorge Cupido
@jorgecupidoqro
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