Me doy cuenta de que cada año que pasa me queda menos tiempo disponible. La ventaja de la edad, por lo menos para mí, es que entiendo ahora perfectamente lo que Pablo decía: “Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.” (Filipenses 1:21)
No le tengo miedo a la muerte porque sé perfectamente a donde voy y como voy a estar allá. Es pura y maravillosa ganancia. Pero tampoco me quiero morir, porque mientras tenga vida vivo para mi Señor, para cumplir sus propósitos y sé que eso es lo que le complace.
Para mí el vivir es Cristo debería ser un hecho fundamental en la vida de todo cristiano, porque de eso se trata la vida cristiana.
Cada enero es común hacer nuestros propósitos de año nuevo. Y está muy bien hacerlos, pero está mejor cumplirlos. Cada persona puede establecer dos tipos de propósitos:
Unos son los propósitos terrenales, como son acabar los estudios, bajar de peso, ganar más dinero, poner un negocio, hacer ejercicio y otros. Todos estos están muy bien y son buenos, pero recuerde que solo son temporales.
Los otros propósitos son los eternos, los que, si los cumple, perdurarán por toda la eternidad. Y es de estos, de los que más le conviene tener y cumplir, para que su año nuevo sea verdaderamente diferente y productivo para usted y para el Reino.
Le sorprenderá saber que la cena de año nuevo fue instituida por Dios. Cuando el pueblo de Israel estaba a punto de salir de la esclavitud en Egipto, Dios estableció cual sería el primer día del año y lo que habría de hacerse.
Para Dios, el año nuevo debe empezar con una convocación familiar donde se recuerde y se anuncie a Jesús, y se establezcan las bases de lo que será el siguiente ciclo. Esta reunión familiar incluía una cena y le llamó la fiesta de la pascua.
Para el mundo, el año nuevo es una celebración mundana, sin ningún sentido. Aunque algunos hacen listas de buenos propósitos, en realidad nada cambia en sus vidas. Será otro año con más y más de lo mismo.
En el caso del creyente es totalmente diferente. Es una celebración espiritual y no mundana, que tiene que ver con el futuro único y especial que Dios ha establecido para cada uno de nosotros, como personas y como familias.
Dios tiene planes muy especiales para cada uno, mediante los cuales nos quiere bendecir y bendecir al mundo. Lo importante es que invierta su vida entera, en los grandes y eternos propósitos de Dios para su vida. Eso significaría que para usted el vivir es Cristo.
No está aquí en la tierra por casualidad, ni está para ser uno del montón, ni está para vivir una vida ocupada solo en su trabajo, familia, diversión y descanso. Está aquí principalmente para cumplir propósitos eternos.
Aunque hay varios propósitos eternos por los que Dios le creo, especialmente amar a Dios y al prójimo, quiero hoy proponerle solamente tres que, si los adopta y los cumple, cambiarán totalmente su vida:
- Lea diariamente la Biblia. Propóngase leerla completa en el año. Jesús dijo: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” (Mateo 4:4)
- Sirva en su iglesia. Servir es ser parte de la familia de Dios y colaborar con Él en sus propósitos. El propósito de la iglesia es unir a personas para hacer la obra de Dios.
- Evangelice. Es el principal mandato de Jesús y Su prioridad, pues no quiere que ninguno se pierda. No podemos vivir la vida como agentes secretos del cielo. Necesitamos anunciar a todos, en toda circunstancia las buenas noticias de salvación en Jesús, sin importar las consecuencias.
La voluntad de Dios es que cumpla Sus propósitos eternos. Cumplirlos le beneficiara en esta vida,
porque Dios dice que busquemos primero lo suyo y entonces todo lo demás vendrá automáticamente. Pero, principalmente, le beneficiará en la eternidad, porque Dios dice que cumplir sus propósitos nos hará tesoros eternos en el cielo.
Usted existe, básicamente, para extender el Reino de Dios sobre la tierra. Este es el gran propósito de su vida.
Pastor Jorge Cupido
@jorgecupidoqro
EL SELLO
@ElSelloQueretaro
Domingos, 11.30 am
San José 498, Col. Carrillo Puerto, a 100 m. de Av. 5 de Febrero
Querétaro, Qro.