Todos conocemos la frase “Dime con quién andas y te diré quién eres” y es cierto, pero también es cierta esta otra: “Dime que hablas y te diré quién eres”. Y es que las palabras que dices vienen de tu interior, de tu corazón. Jesús dijo: “De la abundancia del corazón habla la boca.” (Mat 12:34)
Lo que hablas es lo que eres y lo que crees. Por otra parte, las palabras tienen poder, y ese poder va mucho más allá de lo que nos hacen sentir. Tus palabras tienen un poder que cambia circunstancias y moldea destinos, para bien o para mal. Dicho de otra manera, tus palabras crean tu mundo y tienen consecuencias terrenales y eternas.
Por esa razón es muy importante cuidar lo que hablamos. Dios dice que la muerte y la vida están en poder de la lengua (Prov. 18:21). Las palabras habladas no son solamente un medio de comunicación físico, sino que son también espirituales y llevan poder en sí. Lo que diga me será para bien o para mal, dependiendo de lo que diga.
La Biblia dice mucho sobre el hablar y nos da excelentes consejos para hablar lo que nos va a bendecir y va a bendecir a los demás, por ejemplo, las palabras amables, de ánimo, de edificación y las buenas noticias de salvación en Jesús.
Pero hay otras palabras que son poderosas y traen resultados sobrenaturales. Te voy a decir tres:
- LAS PALABRAS DE ALABANZA Y ADORACIÓN A DIOS. Cuando alabamos y adoramos al Señor, estamos creando una habitación real y digna de reunión, donde Él puede descender y permanecer con nosotros. Y cuando Él está presente, reina entre Su pueblo se hace Su voluntad y suceden cosas sobrenaturales.
- LAS PALABRAS QUE ORAS A DIOS. Jesús dijo: “todo lo que pidan en oración, creyendo, lo recibirán”. Las respuestas y los milagros no vienen por ser llamado «cristiano”, sino por la oración de fe perseverante.
- LAS PALABRAS QUE DECLARAN LO QUE LA PALABRA DE DIOS DICE. En tu hablar, necesitas ponerte en acuerdo con las cosas que Dios ha declarado en la Biblia, para poder verlas hechas realidad. Es decir, necesitas hablar lo mismo que la Biblia dice, porque entonces estarás hablando lo mismo que Dios y esas son palabras espirituales que tienen poder.
A veces, sin darnos cuenta, pensamos y declaramos lo opuesto a lo que Dios dice y soltamos las manos del enemigo. Dios se mueve solamente de acuerdo con Su Palabra y no puedes esperar recibir ayuda del Señor si te pones en contra de ella, aunque éste sea un acto inconsciente de tu parte. En cambio, hablar la Palabra de Dios va a lograr cosas sobrenaturales porque esa expresión de fe correcta creará realidad y podrás comprobar la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.
No solo impactará tu vida personal, sino que también transformará tu entorno, inspirará a otros y el Reino de los Cielos se extenderá, que es la razón máxima para que Dios actúe.
Comienza desde hoy a hablar lo que bendice y las palabras poderosas que Dios ha puesto a tu disposición. Te conviene.
Pastor Jorge Cupido
@jorgecupidoqro
EL SELLO
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