El derecho a disentir y la libertad de manifestación están garantizados para todos los mexicanos, quienes nunca más serán objeto de represión ni violaciones a sus derechos humanos a pesar de las provocaciones, porque buscamos la paz en un Estado de derecho.
En el 51 aniversario de la masacre de estudiantes a manos de agentes del Estado en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, el presidente Andrés Manuel López Obrador abrió el diálogo matutino con medios de comunicación reafirmando la vocación democrática y pacífica del gobierno federal:
Vamos a recordar en este día los hechos lamentables del 2 de octubre de 1968. El uso de la fuerza no es la opción para resolver problemas que se originan por la falta de libertades y de justicia. Estamos en una etapa nueva en la que el uso de la fuerza ha quedado relegado.”
Señaló que hoy la prioridad es buscar la paz mediante al diálogo, por lo que el Estado se mantiene firme en gobernar sin violencia y respetar libertades como el derecho de manifestación:
“Nunca más una represión en México, nunca más torturas, desapariciones, masacres. Nunca más un 68. Y se está logrando establecer esta nueva política a pesar de provocaciones y de afanes autoritarios.”
Convocó a quienes saldrán a las calles a ejercer su derecho de protesta, a hacerlo de manera pacífica y calificó como positiva la participación de civiles vestidos de blanco para aislar intentos de provocación porque es momento de llamar a la paz.
“De todas maneras, va a estar pendiente la autoridad, porque es nuestra función.”
Agregó que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, está a cargo del seguimiento a las manifestaciones y cuenta con el respaldo del gobierno federal.
Al recordar que no se toleran excesos por parte de autoridades y que la presente administración no ha sido objeto de recomendaciones por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por actos represores, el presidente se dirigió a quienes insisten en actos de provocación:
“Que no nos confundan o no mientan, porque lo más importante de un revolucionario verdadero es la honestidad, la congruencia; entonces, no hay un gobierno autoritario.”
El jefe del Ejecutivo federal recordó que lucha del pueblo por un nuevo país no fue en vano, de modo que hoy existe apertura y continúa la transformación:
“No olvidar el 68 porque es el inicio de una etapa nueva. De un hecho lamentable de represión surge la esperanza de un México nuevo, distinto, mejor.”
