El presidente Andrés Manuel López Obrador fue enfático al señalar que, si bien el fenómeno de la corrupción es de larga herencia y difícil de eliminar, la administración federal a su cargo no cejará hasta erradicarla, pese a las resistencias que permanecen:
Esto no les gusta a los que estaban acostumbrados a lucrar, pero se van a ir acostumbrando porque no va a haber tregua, no vamos a dar ni un paso atrás; al contrario, cada vez va a haber más severidad en el combate a la corrupción.”
Recordó que uno de los aciertos más importantes del nuevo gobierno es haber impulsado una reforma legal que hoy tipifica a la corrupción como delito sin derecho a fianza, cosa que no ocurría desde hace 25 años:
“Ahora es otra cosa, ahora todo se transparenta, porque no somos tapadera de nadie. Vamos a dar a conocer todo lo que era este régimen corrupto. Ya se modificó la Constitución y ahora es delito grave la corrupción y no hay posibilidad de obtener fianza.”