En el municipio de Mulegé, Baja California Sur, el titular del Ejecutivo federal nacionalizó la Exportadora de Sal, S.A. de C.V., (ESSA) al ser adquirida al 100 por ciento por el Gobierno de México.
El presidente puntualizó que no se trata de una expropiación sino de un acuerdo alcanzado con directivos de Mitsubishi, por lo que agradeció su voluntad en esta compra – venta.
La exportadora de sal cuenta con la salina más grande del mundo. Reporta una producción superior a los 8 millones de toneladas anuales y una alta calidad de sal, capaz de abastecer a la industria de la región Asia-Pacífico y Costa Este de América del Norte. Además, tiene capacidad para recibir y cargar barcos de hasta 180 mil toneladas.
Representa el 84 por ciento de la producción de sal en el país, orientada principalmente a la exportación. México está en el séptimo lugar a nivel mundial con la elaboración de sal de 8.7 toneladas métricas y, junto con Chile, es uno de los principales productores de América Latina.
La sal es un insumo importante en industrias como la farmacéutica, textil, química, construcción y petroquímica, expuso la secretaria Buenrostro Sánchez.
El titular del Ejecutivo federal recordó que México tiene finanzas públicas sanas por no permitir la corrupción ni los lujos en el gobierno. Además, mantiene niveles máximos históricos en la creación de empleos bien remunerados, la llegada de inversión extranjera y la apreciación del peso mexicano en relación con el dólar.
En apoyo a las y los habitantes de Baja California Sur, anunció un subsidio orientado a los consumidores de energía eléctrica.