Este fue el título de una película original de 1937 y de la que luego se hicieron refritos en 1954, 1976 y 2018.
En el medio del espectáculo se le llama estrella a un artista que destaca por sus méritos y calidad. Hay estrellas locales, regionales, nacionales, internacionales y mundiales. De estos últimos tenemos los casos, por ejemplo, de Elvis Presley, los Beatles y Michael Jackson cuya fama alcanzó el mundo entero y ha perdurado por décadas.
Pero hay una estrella a nivel universal, cuya obra y fama ha perdurado desde el comienzo de la humanidad hasta nuestros días y seguirá eternamente. Si claro, se trata de Jesús.
Precisamente en navidad recordamos y celebramos el nacimiento humano de esta grandiosa estrella. No se trata de las posadas, ni de los regalos, ni de Santa Claus, se trata de Jesús. Y te voy a decir tres grandes cosas sobre el nacimiento de esta estrella.
Lo primero es que Jesús es Dios. Lo demostró con sus milagros, las profecías cumplidas, la perfección de su vida, su autoridad sobre demonios y sobre la naturaleza, con su enseñanza excepcional y con su resurrección.
Fue reconocido como Dios por Dios Padre, por el Espíritu Santo, por los apóstoles, por la gente en general y aún por los demonios.
Todo en el nacimiento de Jesús fue único y sobrenatural. En el Antiguo Testamento se profetizó su llegada, la fecha de su llegada y el lugar de su nacimiento, con siglos de anticipación.
Tanto José como María recibieron mensajes sobrenaturales de parte de Dios. En el mensaje a José se le indica el nombre del niño: Jesús, que significa “Dios es salvación”.
La profecía acerca de su nacimiento decía claramente quién era Jesús: Emanuel, que significa “Dios con nosotros”.
La concepción virginal de María por parte del Espíritu Santo fue única, sobrenatural e irrepetible.
Los pastores alrededor de Belén recibieron un mensaje sobrenatural de parte de los ángeles: “Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. ”
Los sabios de oriente sabían de la profecía del Mesías y se enteraron sobrenaturalmente del nacimiento de Jesús al ver la estrella en el firmamento, que los guio hasta Israel.
Así que esta navidad se trata de Jesús, Dios mismo hecho hombre.
Lo segundo que te puedo decir es que Jesús es el Rey. El primer versículo del primer evangelio dice que Jesús era descendiente del rey David. Dios prometió a David que el Mesías vendría de su linaje familiar y que reinaría para siempre. Los sabios de oriente, guiados por la estrella, preguntaron por el Rey que había nacido. La navidad significa el nacimiento del gran y máximo Rey. El mismo Rey que pronto regresará con toda su gloria.
Lo tercero es que los planes de Dios nunca se frustran. Jesús nació en el tiempo preciso, en el lugar preciso, para cumplir con toda exactitud su misión y nada ni nadie pudo impedirlo.
Así, nació una estrella divina, con los acontecimientos sobrenaturales específicos determinados de antemano por Dios.
La estrella nació para todos, pero no todos reaccionaron de la misma manera. La estrella está hoy para todos, pero no todos reaccionan de la misma manera. Solo los que tienen puesta su mirada en los cielos pueden encontrar algo especial que cambiará su historia y su destino.
El nacimiento de Jesús es promesa cumplida: es el niño que “nos es nacido” de Isaías, es el rey que iba a nacer en Belén según Miqueas, es el Mesías que vendría humilde de acuerdo con Zacarías y es la bendición para todo el mundo prometida a Abraham.
El nacimiento de Jesús también es promesa abierta al presente y al futuro: Es promesa de salvación, de Dios con nosotros y de eternidad.
Jesús es el único motivo de la navidad. Te deseo una feliz navidad. No por las fiestas, o los regalos, o el aguinaldo, o las vacaciones, sino para que puedas buscar a Dios y agradecerle por habernos regalado con amor a su hijo, para perdón de pecados y salvación eterna.
Pastor Jorge Cupido
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