Durante años, la minería de bitcoin ha sido vista como una amenaza ambiental por su alto consumo energético. Sin embargo, esta percepción está cambiando en México, donde la adopción de energías renovables ofrece una nueva perspectiva. Al igual que en países como Argentina, Uruguay, El Salvador y Costa Rica, México tiene la oportunidad de transformar la minería de criptomonedas en un motor de crecimiento económico sostenible, aprovechando sus recursos para redefinir esta práctica en línea con sus objetivos ambientales.
De acuerdo con el estudio “El rol de bitcoin en las iniciativas ESG es imperativo” de KPMG, la minería de bitcoin en México podría convertirse en una aliada de las iniciativas ESG (Environmental, Social, and Governance), utilizando energías renovables para generar beneficios económicos y sostenibles. Aunque su consumo energético es elevado, superando al de algunos países de la región, no emite gases de efecto invernadero directamente y, comparada con otras industrias, sus emisiones de CO2 equivalente son menores, lo que invita a una reevaluación de esta actividad como impulsora de sostenibilidad y crecimiento en el país.
Aunque persisten las percepciones negativas sobre el impacto ambiental de bitcoin, esta criptomoneda podría atraer inversión extranjera favoreciendo iniciativas sostenibles. “La narrativa obsoleta de que bitcoin es antiecológico es cosa del pasado. Ahora incluso debemos enseñar cómo esta criptomoneda podría atraer pequeños y grandes inversores a México, y para ello es clave la educación de los casos de uso del BTC como también reconocer a bitcoin como tecnología ESG”, explicó Tania Lea directora de Latam de Azteco, una plataforma internacional invertida por Jack Dorsey -fundador de Twitter- que permite comprar bitcoin en pequeñas cantidades, tanto online como en tiendas.
Para desmitificar las percepciones negativas sobre el impacto energético de la minería de bitcoin en México, especialistas destacan tres mitos y realidades sobre la sostenibilidad de esta práctica. Su análisis revela que la minería de bitcoin no solo puede integrarse con fuentes de energía renovables, sino que tiene el potencial de ser un motor clave en el desarrollo económico del país.
Mito 1: El Bitcoin no puede coexistir con la sostenibilidad
Realidad: Bitcoin se está minando con energías limpias en toda la región.
Uno de los principales argumentos en contra de Bitcoin es su alto consumo energético y su impacto ambiental. Sin embargo, proyectos en América Latina están transformando esta narrativa. Un ejemplo es El Salvador, que utiliza energía geotérmica de sus volcanes para la minería de bitcoin. El gobierno ha lanzado «bonos volcán» para financiar la infraestructura de minería, lo que reduce la dependencia de fuentes fósiles y posiciona al país como un pionero en minería sostenible.
Otro ejemplo es el de Uruguay, donde Tether, una de las empresas más grandes del mundo en cripto activos, ha anunciado planes para establecer operaciones de minería de bitcoin utilizando energías renovables, como la solar y la eólica. Este proyecto posiciona a Uruguay como un líder en la adopción de tecnologías limpias dentro del mundo de las criptomonedas.
En México, un ejemplo destacado es RedGirasol, una empresa de crowdfunding que proporciona créditos para la minería de bitcoin mediante más de 100 paneles solares (61.03 kW) actualmente sin utilizar. Su proyecto contempla la instalación de una granja minera en Puebla, un estado con alto potencial solar, y financiará la adquisición de ASIC (Circuito Integrado de Aplicación Específica) para operar equipos con energía limpia, con el objetivo de hacer el minado de bitcoin más sostenible y reducir la emisión de carbono.
2. Mito: Bitcoin solo genera contaminación y desperdicia recursos
Realidad: Bitcoin puede reducir las emisiones y evitar el desperdicio de energía.
Un aspecto fundamental en la minería de criptomonedas es la estabilidad del suministro eléctrico. En algunas regiones de México, la inestabilidad y los altos costos de la electricidad pueden impactar negativamente la rentabilidad de la minería. Los apagones frecuentes pueden dañar el equipo, y las tarifas elevadas reducen los márgenes de ganancia. Sin embargo, hay oportunidades significativas para superar estos desafíos.
“En el caso de Argentina, hay varias compañías que están minando con energía renovable”, comentó Ramiro Raposo VP de Growth de Bitwage, plataforma pionera en pago de honorarios en criptomonedas. Un caso es el de Tecpetrol está llevando a cabo un innovador proyecto que utiliza gas natural de Vaca Muerta para la minería de bitcoin. Este gas, que no puede ser vendido por falta de infraestructura, es aprovechado para generar energía destinada a la minería. Al hacerlo, no solo se reduce el desperdicio de este recurso, sino que también se disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo a una solución más ecológica.
“Este modelo, que además genera empleo y divisas, podría replicarse a mayor escala en otras provincias de Argentina y otros países de América Latina. De hecho, una adopción masiva de esta estrategia puede ayudar al país a reducir su dependencia de combustibles fósiles y a optimizar el uso de sus recursos naturales”, agregó Ramiro Raposo.
En México, la adopción de modelos sostenibles similares puede ofrecer numerosos beneficios económicos, desde la creación de empleos hasta el aumento de la inversión extranjera. Sin embargo, es crucial que los inversionistas comprendan los riesgos involucrados y que se establezca una regulación oficial que promueva el desarrollo sostenible del sector.
3. Mito: Bitcoin no genera beneficios económicos para los países
Realidad: La minería de bitcoin puede ser una fuente de ingresos y empleos.
La minería de bitcoin no solo presenta una oportunidad para reducir el impacto ambiental, sino que también puede contribuir significativamente a la economía de los países. Tania Lea, directora de Azteco, destaca el caso de Costa Rica: “Una planta hidroeléctrica que vio disminuir su demanda energética durante la pandemia ha sido convertida en un centro de minería de bitcoin. Este cambio no sólo mantuvo los empleos en la planta, sino que también creó nuevas oportunidades laborales en el sector tecnológico”.
En México, Nuevo León se posiciona como líder en la transición hacia energías limpias, atrayendo inversiones y generando empleo. La minería de Bitcoin está emergiendo como un motor económico en la región, con startups que invierten en instalaciones que no solo generan empleos directos, sino que también impulsan industrias relacionadas, como la fabricación de equipos y servicios tecnológicos. Este crecimiento resalta el potencial de Bitcoin como una fuente valiosa de riqueza y oportunidades laborales para el país.
En conclusión, la minería de bitcoin tiene el potencial de redefinir el panorama económico de México, alineándose con las iniciativas de sostenibilidad y crecimiento responsable. Con el compromiso de las empresas y la adopción de energías limpias, el país puede transformar una actividad previamente estigmatizada en un motor de desarrollo económico, generando empleo y atrayendo inversiones. Esta evolución subraya la importancia de una regulación adecuada que promueva un entorno propicio para la innovación y la sostenibilidad.