MÉXICO, 3 nov (Xinhua) — México necesita de mayores esfuerzos de Estados Unidos en el combate al tráfico de armas para tener una mayor seguridad en su territorio y consolidar una tendencia a la baja de delitos violentos como los homicidios, afirmó hoy jueves el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
Al intervenir en la inauguración de la conferencia internacional «El negocio de la letalidad: el tráfico de armas a México», acogida por el Colegio de México (Colmex), Ebrard explicó que para su país es esencial el control del tráfico de armas desde Estados Unidos.
«No se puede reducir la violencia con el volumen que tenemos de tráfico de armas», dijo el canciller, a la vez que subrayó que Estados Unidos no ha realizado «acciones importantes» en lo que va de siglo contra esta práctica delictiva.Cifras de la Fiscalía General de la República mexicana registran que las armas incautadas en México entre el 1 de enero de 2020 y el 22 de septiembre de 2022 ascienden a 55.996.
Gran parte de ellas fueron decomisadas tras su uso en actos delictivos o aseguradas en ciudades fronterizas porque se interceptaron envíos de Estados Unidos a México, mientras que más de 45.000 de ese total fueron fabricadas y comercializadas en territorio estadounidense, en condados de estados colindantes con México como Arizona y Texas, precisó Ebrard.
Las decomisadas en la última milla de salida desde Estados Unidos hacia México son apenas 355, contrastó el canciller, para quien «eso es insostenible y no lo vamos a permitir».Una mayor reciprocidad en el enfrentamiento al tráfico de armas, agregó, va a ser la métrica para medir los esfuerzos de ambos países para el cumplimiento de los objetivos de su entendimiento bilateral en materia de seguridad.
La reducción de las armas traficadas «es un insumo central para romper la curva de los homicidios en México. A mayor disponibilidad de armas, mayor tasa de homicidio y violencia», dijo Ebrard.
El canciller resaltó que existe una desproporción entre los esfuerzos de ambos países para enfrentar en su territorio el delito que más daño causa al país vecino: en Estados Unidos el tráfico de armas hacia México y, en este último, el tráfico de precursores químicos para la fabricación de fentanilo hacia suelo estadounidense.
«Hay una desproporción de esfuerzo. No les pedimos una operación gigante y compleja» para combatir el tráfico de armas, dijo.
«El mayor impacto que podemos tener en el más corto plazo para reducir la violencia en México en materia de armas, la más obvia, es que haya un esfuerzo en Estados Unidos proporcional al que está haciendo México para controlar el tráfico de precursores químicos que a ellos les preocupa», añadió.
