Por Carina López y Pool Contreras
MÉXICO/Xinhua
Tres generaciones de la familia del agricultor mexicano Luis Alonso Fragoso Xolalpa han logrado preservar la semilla del maíz, uno de los cereales más importantes del mundo, a través del uso de un milenario y eficaz sistema de producción que diseñó la civilización prehispánica mexica para el cultivo de alimentos y flores.
Se trata de las chinampas, un antiguo sistema de siembra que comprende un terreno flotante construido sobre el agua mediante árboles, ramas y varas que se entretejen.
El terreno se cubre con tierra, como si fuese una balsa, y la ventaja principal es que no depende de las lluvias y se puede alojar en espacios reducidos, siendo capaz de alimentar a pueblos enteros.
En México, el proceso de cultivo del maíz se encuentra en riesgo debido a distintos factores relacionados con el cambio climático, el monocultivo, la migración y las especies genéticamente modificadas, según la consideración de expertos.
«Desde que tengo uso de memoria, desde que empecé a gatear, a caminar, siempre crecí en las chinampas», dijo a Xinhua el campesino, a quien llaman don Luis y que trabaja su parcela en el pueblo de Tulyehualco, ubicado en la alcaldía de Xochimilco, en la zona sur de la Ciudad de México. «Crecí en el maíz, crecí viendo a mi padre trabajar, comiendo maíz, comiendo tortilla, elotes (espigas de maíz), esquites que preparábamos», completó.
El maíz es un producto agrícola representativo de México con una especial importancia económica, social y cultural.
«Nuestra semilla tiene una importancia cultural, de valores, de principios porque esta semilla que hemos heredado durante muchos años pues ha sufrido muchos embates, (y) nosotros padecemos esos embates también», comentó. En 1987, el lago de Xochimilco y sus chinampas fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El propio don Luis, quien se nombra «un protector del maíz chinampero», compartió que aunque algunos de sus amigos le dicen que cambie de cultivo para obtener mayores ganancias, él desea continuar con esta tradición que se ha conservado durante al menos tres generaciones y que ahora piensa transmitir a sus hijos.
«Me considero un protector del maíz y más de mi maíz que lo he heredado desde generaciones antes. Siempre he sembrado mi maíz, se cosechó, saco mi semilla y vuelvo a sembrar de mi misma semilla», comentó.
Explicó, sin embargo, que para mantener vivo este tipo de cultivo artesanal se necesitan recursos económicos para cubrir todas las necesidades.
Por ello decidió integrarse al programa oficial Altépetl Bienestar, una estrategia que contempla la transición en lo agroecológico, así como la sensibilización de los productores, además de apoyos económicos y capacitación para detectar la presencia de transgénico en los maíces.
«A veces, no es tanto que la producción de lo que saquemos sea para comercializar, porque este maíz que nosotros producimos lo utilizamos más para autoconsumo, y si queda algún excedente éste sale al mercado», agregó.
Por su parte, el director ejecutivo de la Zona Patrimonio Mundial Natural y Cultural de la Humanidad en Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, Daniel Mandujano García, se refirió a la importancia de conservar las variedades originarias que no sólo alimentan a las personas, sino a la propia cultura mexicana.
«Los maíces criollos son como una alternativa que tienen los productores a lo que es el cambio climático. Hoy tenemos ciclos muy irregulares», dijo a Xinhua el representante de la instancia, perteneciente a la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural de la Ciudad de México.
Aseguró que estos maíces no han sido manipulados genéticamente, por lo que es como si «guardaran esta información en sus propios genes y, en el siguiente ciclo, ya tienen incluida cierta resistencia a las sequías».
El maíz también es importante en el ámbito cultural porque los mexicanos lo emplean en diferentes festividades como el Día de Muertos o el Día de la Independencia, cuando se utiliza para preparar tamales o tortillas.
México es el lugar de origen en el cultivo del maíz y su territorio cuenta con miles de variedades originarias, las cuales son objeto de diversos estudios por parte de organismos e instituciones.