La Dra. Mariana López podrá ser mayormente reconocida por ser una ortodoncista con conocimiento de ortopedia maxilar, pero también es mujer de 33 años, apasionada, alegre, sarcástica, generosa, paciente, estructurada, hogareña, social, buscadora de la equidad, trabajadora en equipo y creyente de que los buenos somos más.
Fue con la convicción de que cada individuo tiene la oportunidad de generar un cambio en la sociedad, que ella misma se adentró en una de las esferas que más visibilidad e impacto tiene entre los conciudadanos, la medicina enfocada hacia el cuidado bucal.
¿Por qué?
Una joven Mariana no estaba segura de cuál sería de su vida profesional, estaba en su último año de preparatoria sin ninguna idea de qué elegir como carrera universitaria. Entonces tomó una curiosa decisión, ir descartando carreras que no le permitieran impactar en la vida de las personas, de ese modo se enfocó en las humanidades y, de un modo u otro, se encontró con la odontología.
¿Y cómo decidió ser ortodoncista? En sus palabras, fue la ortodoncia la que tocó a su puerta. Durante su licenciatura pensaba dedicarse a otra especialidad, sin embargo, cuando estaba realizando su servicio social tuvo la oportunidad de trabajar con un doctor especialista en ortodoncia y un doctor especialista en cirugía maxilofacial… fue un amor destinado. Desde esa experiencia pudo ver que era posible cambiarle la vida a una persona desde la ortodoncia, que no sólo es alinear dientes para tener una ‘sonrisa Colgate’.
Compromiso con los pacientes
Como profesional, la Dra. Mariana López tiene una filosofía de trabajo bien arraigada, pero que tuvo un interesante inicio. Antes de empezar con su consulta privada, acudió a una incubadora de negocios, en donde una de sus tareas fue realizar encuestas a su mercado objetivo para conocer sobre las necesidades que éste tiene. Las respuestas que obtuvo le abrieron un nuevo panorama de visión: la mayoría, además del miedo al dentista, eran tímidos a la hora de conocer sobre los tratamientos, pues nunca o rara vez se los explicaban, así como tampoco les daban a conocer los pro y contra de otras opciones de tratamientos o cómo limpiarse correctamente los dientes (algo que todos creemos saber y luego nos llevamos una sorpresa); es decir, el paciente sólo llega, se le hace una limpieza, se quitan las caries, por ejemplo, sin ahondar en causas o acciones preventivas, lo que deja al paciente en blanco.
Gracias a ese aprendizaje, la Dra. Mariana tiene una filosofía de explicar, educar y prevenir, para que una persona pueda tener una mejor relación con su boca. De hecho, para ella es muy satisfactorio que un paciente no vuelva debido al mismo problema que lo aquejaba en un inicio.
“Si nuestro trabajo se realiza de la mejor manera, pensando en un largo plazo, lo mejor que me puede pasar es que solo vuelvan para controles de prevención y nunca para un tratamiento más complejo”
Con esa consigna en mente, se mantiene en un aprendizaje constante, con la voluntad y el deseo de trabajar en equipo, porque se puede necesitar la ayuda de todas las especialidades para ser coadyuvantes en la recuperación del paciente, y no resultar en que se contrapongan mutuamente por desconocimiento.
En conjunto se logra más
Aparte de las consultas privadas, la Dra. Mariana tiene el placer de dirigir la fundación QUERÉTARO SÍ SONRÍE, un grupo de 16 doctores (tanto médicos como odontólogos), administrativos y terapeutas de lenguaje que atienden a pacientes con fisura labio palatina. Es un proyecto que le permite dejar un granito de ayuda a estas personas y a la sociedad.
De hecho, en el marco nacional del Día Nacional de Labio y Paladar Hendido (que fue el pasado 23 de julio), realizaron la conferencia titulada “Protocolo multidisciplinario para la atención de pacientes con fisura labio Palatina” con el objetivo de mejorar sus instalaciones.
Para su realización se acercaron al área de vinculación social de la Universidad Anáhuac para realizar ahí dicha conferencia. La respuesta de la universidad fue compartir sus instalaciones sin costo, para que pudieran recaudar fondos entre los colegas odontólogos que quisieran aprender sobre el tratamiento complejo que necesitan estos pacientes.
Aunque esta hospitalidad y vinculación la Anáhuac pueda parecer algo pequeño, sigue siendo un paso importante para seguir ayudando a las personas, por lo que la Dra. Mariana y la fundación se sienten agradecidos por el apoyo, y demuestra que sí es posible generar cambios impulsados por ciudadanos deseosos de ayudar.
