Marcela Torres es una mujer trabajadora, con entrega, amor, profesionalismo y una vida laboral siempre vinculada con el bienestar de la sociedad. Esta misión dirigida a ayudar al prójimo es una herencia y aprendizaje que obtuvo de sus padres, ambos médicos apostolados a la salud, que daban sentido a sus vidas trabajando en pro de los demás.
Si bien ella ha trabajado en el ámbito educativo y terapéutico, es más conocida por sus alcances en el servicio público. Ha sido dos veces diputada (2009-2012 y 2018-2021), senadora de 2012 a 2018 y Presidenta del DIF Querétaro a nivel municipal y, posteriormente, a nivel estatal; puestos en los que siempre ha buscado ayudar y fortalecer a organizaciones de la sociedad civil.
Deseando una buena democracia
Todo inició con su ideal por una verdadera democracia. Cuando Marcela era joven, el PRI era el eterno partido vencedor de las elecciones, y ella creía que se necesitaban partidos políticos contrincantes y de oposiciones, para que ofertaran un mejor servicio. Con eso en mente, cuando un amigo (que contendía con el PAN por un distrito) le pidió que fuera vigilante de casilla, para asegurar el buen conteo de votos, ella aceptó, dando su primer hacia el servicio público. Su amigo arrasó, pero hubo quienes trataron, en vano, de desvirtuar su elección; presenciar eso la llevó a expresar que: “para construir bien hay que destruir el mal”. Fue así que decidió ayudar a construir esa democracia que anhelaba.
De hecho, ese gran cambio se logró en lo que ella llama el día más feliz de su vida, cuando Vicente Fox fue electo como Presidente de la República, evento que representó la democracia que Marcela buscaba. Si bien en un primer momento creyó que ése era el fin de su sueño, no tardó en darse cuenta que la democracia es un sistema vivo, que necesita constante trabajo, intervención, cuidado y enriquecimiento para mantenerse sano y al servicio de todos.
Además, con todos los años de experiencia que ha tenido en el ámbito público, se ha hecho de la firme opinión que las cualidades que debe tener una persona en ejercicio de poder de decisión son: la lealtad a principios éticos muy claros, la lealtad al partido (no ser “chapulines” y buscar sólo el beneficio económico) y la preparación. En este último punto se refiere a tener áreas de especialidad en la Legislación, “faltan médicos-diputados, faltan muchos urbanistas-diputados, faltan maestros-diputados, no sólo abogados” -comenta-, esto permitiría que las iniciativas de ley fueran presentadas por conocedores de éstas áreas, capaces de brindar buenas soluciones.
Las acciones de Marcela Torres
Cuando Marcela Torres se unió al PAN, entró con el deseo de ayudar, no el de buscar cargos públicos, aun así, la vida le permitió estar en la Legislatura y el Senado, espacios en los que aprovechó para poner su granito de arena en los temas que consideraba prioritarios, cuyas raíces se encuentran en las organizaciones de la sociedad civil.
Esto se debe a su mismo interés por una buena democracia y las investigaciones que ha hecho sobre ella. Descubrió que, si existe un mal gobierno, es debido a una mala calidad de organización, no de los partidos políticos, sino de la misma población en general. Pone el ejemplo que sólo 8 de cada 100 mexicanos participan en sus correspondientes asociaciones de colonos, la organización apartidista más básica y cercana que tienen los ciudadanos, pues implica el cuidado de sus colonias, así como la convivencia y cooperación entre vecinos. Pero, si a ese nivel no hay participación ni compromiso, lograr una mejor democracia a nivel municipal, estatal y federal es una tarea prácticamente imposible.
Con eso en mente, Marcela Torres ha invertido tiempo y trabajo en presentar iniciativas que fortalezcan a esas organizaciones, a la salud y la promoción de lo mexicano. Entre algunas de sus iniciativas de ley que se aprobaron se encuentran:
- Aumentar el porcentaje de deducibilidad de impuestos al donar a organizaciones que trabajan por la sociedad civil y el bien común, como casas hogar, huertos urbanos, Alcohólicos Anónimos, entre otros.
- Crear una bolsa para incentivar la producción cinematográfica nacional, que permitió pasar de hacer 90 películas al año a casi 300, con obras como Alamar o Jaula de Oro, película altamente premiada alrededor del mundo.
- Establecer una segunda bolsa para la promoción y distribución del cine mexicano, para que más personas se acercaran y enorgullecieran del cine nacional (lamentablemente ambos fideicomisos fueron eliminados con la llegada del nuevo gobierno federal).
- El impuesto a los refrescos, como una forma de aminorar su consumo y las enfermedades causadas por una alta ingesta de azúcar. De hecho, esta ley tenía una segunda parte (que no se cumplió) en la que el dinero recaudado con este impuesto serviría para poner bebederos de agua potable en las escuelas.
- Presentó y redactó la iniciativa que llevó a la paridad de género en la Cámara de Diputados (logro que la ha llevado a ser una persona de interés para otros países).
Y en este momento está pendiente de aprobación en la Cámara de Senadores una iniciativa de ley que obligue a los hombres a pagar la pensión alimenticia de sus hijos, porque sólo 2 de cada 100 cumplen con esta obligación.
Zona Viva Huerto Urbano
Una vez que termine su periodo en esta Legislatura, Marcela Torres planea retirarse del servicio público para regresar a su causa original, la sociedad civil organizada. Uno de estos proyectos ya está en marcha, transformar una zona abandonada en el huerto urbano Zona Viva (en vías de ser el más grande del país). Un baldío abandonado y afectado por el vandalismo (en la colonia La Joya) se convertirá en un huerto comunitario que contará con plantaciones de hortalizas, árboles frutales, y ofrecerá diversos talleres, de lectura, yoga, taichí, permacultura, entre muchos otros.
Esta idea surgió por su preocupación hacia el crecimiento de la violencia y, en proporcionalidad opuesta, por los pocos espacios verdes que sirven para convivir y cooperar con la naturaleza y entre las mismas personas. Con Zona Viva Huerto Urbano buscarán un espacio que permita hacer consciencia de la fragilidad e importancia de los recursos naturales (vegetales y animales), enseñar a las personas a hacer sus propios jardines de alimentos, dar métodos de ahorro y recolecta de agua de lluvia, a reutilizar y reciclar, y crear un ambiente de participación comunitaria y de apoyo local. Es decir, la meta final de Zona Viva es lograr una cultura de paz.
“El consumo no puede ser infinito en un mundo que es finito, que tiene recursos limitados, no podemos seguir consumiendo y consumiendo, destrozando la única casa que tenemos”.Es por eso que Marcela invita a todo el que desee colaborar, ser voluntario, donante o esté interesado en este gran proyecto a acercarse a sus instalaciones cualquier día de la semana o entrar a la página web https://www.zonaviva.org/ o sus redes sociales de Instagram y Facebook (donde ofertan varios talleres, la mayoría gratuitos) para saber más sobre cómo apo