domingo, diciembre 22, 2024

Llegando a la cima, Pablo Jiménez

Pablo Jiménez es un joven extraordinario que, en los últimos años, ha forjado su camino con grandes retos personales que parecen el sueño de nuestros niños internos. Y en estos mismos momentos, con 27 años recién cumplidos, está afrontando una gran aventura que le tomará varios días en completar: ser el primer queretano en alcanzar la cima del Everest. De hecho, esta entrevista nos la ha concedido desde 5,400 metros de altura, con un clima de -15° Celsius, la gran resolución de llegar al pico, y un celular en el que ha documentado muy brevemente su travesía vía Instagram (pablocjp).


Una bola de nieve rodando


siendo niño, Pablo iba a los ríos, a la montaña y al mar, de la mano de un tío suyo (q.e.p.d) que le enseñó a disfrutar de la naturaleza y de los paisajes. Y eso no ha cambiado, goza de estar en el exterior y ver lo que el mundo tiene que ofrecer, pero ahora tiene una mayor conciencia sobre sus decisiones, sus acciones, su cuerpo, para no ir con el instinto a flor de piel.
Desde 2016 le nació esa necesidad de estar en la naturaleza, de tener una conexión más profunda con su persona, conocerse en un entorno fuera del trabajo, de la vida cotidiana, de las presiones y agobios de la ciudad.


Por eso no sorprende que sea explorador incansable y diverso. Ha atravesado el Atlántico a pura vela, fue un recorrido de 66 días que inició en el Río Guadalquivir (Sevilla, España) y terminó en Montevideo, Uruguay; ha conocido 67 países, incluyendo África, donde recorrió desde Etiopía hasta Madagascar; y en su haber, ha sido surfista, escalador y paracaidista ocasional.
Sin embargo, de agua y aire no se vive


Lo crean o no, quien fuera un niño inquieto y travieso, hoy tiene un título en Derecho con especialidad notarial, por la Universidad de Guanajuato. Y extracurricularmente, sin ningún reconocimiento, ha tomado cursos filosóficos con el maestro Alfonso de la Torre, quien ha sido un gran mentor para él.


Además, tiene otra gran pasión, arreglar coches clásicos en su taller mecánico; y es un empresario que inició en la rama hotelera, con Airbnb, rentando y administrando propiedades, algo que puede hacer a distancia gracias a la tecnología. Por el momento dirige 90 cuartos en el estado de Querétaro, con los que puede solventar sus gastos y expediciones.


Mente fuerte en cuerpo preparado


Para Pablo Jiménez, el Everest representa un reto mental que durará cerca de 60 días, en los que comer, dormir, estar cómodo y aclimatarse a las frías temperaturas y la altura no son actividades sencillas. Sin olvidar que siempre hay la posibilidad de accidentes y enfermedades, siendo los edemas pulmonares y cerebrales las más comunes y por las que mayormente baja la gente.
Pero comenta que, para subir a la montaña más alta del mundo, es necesaria una preparación psicologíca más que física. Pues en esta expedición ha conocido a gente que ha corrido en Ironmans y en maratones, pero a los tres días ya eran incapaces de continuar, debido al frío y a la constante incomodidad que traen consigo las alturas y esas bajas temperaturas como, por ejemplo, tener una botella en la casa de campaña para que sirva como baño para no salir en las noches y sufrir de congelamiento.


“Es una batalla diaria la que se vive aquí, una batalla con uno mismo, es una prueba física y mental. Lo que sí puede decir es que son experiencias fuertes y que muchos dirían ‘no recomendables’, pero si logran la cima o logran un tiempo sin algún daño físico permanente, es un aprendizaje que dura para toda la vida”


Con un poco de suerte, este lunes estará llegando al Campo 2 o 3, donde experimentará y probará cuánto le pega la altura de los 7,200 metros. Y, si todo sale bien, bajará a Campamento Base (5,400 metros), a esperar el clima que les dé una buena ventana para subir a la cima.


Por lo que nos cuenta, según los datos anuales, las mejores ventanas de clima suceden entre el 10 al 20 de mayo. Por lo que harán rotaciones de 10 días, bajarán y, en cuanto les den la señal, a subir como chapulines e imponer una marca personal y para el estado Queretano.


Pablo puede describirse como un joven alegre, que está en busca de ser una mejor persona cada día, tratando de encontrar su camino, su forma de ayudar a los demás, hacer un cambio, y quien está en una batalla constante de crecimiento personal. Una persona amorosa con sus seres queridos, con sus amigos, con las personas a su alrededor y quien trata de dar lo mejor de sí mismo.


Por esta razón, una vez que haya dado todo su esfuerzo en el Everest (esperemos que conquistándolo), su siguiente mayor aventura será estar con la familia, con sus seres queridos, y seguir disfrutando de los pequeños momentos que son invaluables.


“Muchas veces no valoramos lo que tenemos, pero estar en una mesa con la familia, no importan si es comiendo tortas de huevo pero con salud, creo que son aventuras que se valoran y son las cosas que valen la pena en la vida”

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