Cuando una persona no conoce a Cristo está en prisiones de oscuridad, está atado legal y efectivamente a diversos tipos de esclavitud como vicios, temores, patrones de conducta, trastornos emocionales, enfermedades y muchas otras más en las que Satanás las mantiene sin misericordia.
Cuando una persona recibe a Cristo en su corazón el poder del pecado sobre esa persona es roto, quebrado totalmente, el diablo se queda sin derecho y sin autoridad sobre esa persona. Lo que esa persona necesita hacer para realmente vivir su libertad en Cristo es conocer que existe un derecho legal a esa libertad y tomar la autoridad para vivirla.
La Biblia muestra que el centro de toda atadura espiritual es la mente, allí es donde la batalla se tiene que pelear y ganar si uno va a experimentar la libertad en Cristo. Satanás puede poner pensamientos en nuestras mentes que se opongan sutil o abiertamente contra la verdad de Dios y usará todos los medios posibles para infiltrarlos: medios de comunicación, amigos y familiares. La única manera de rechazarlos y vencerlos es conociendo la verdad.
Si una persona es confundida o engañada por Satanás no podrá ser libre en ciertas áreas de su vida, por eso, es necesario que esa persona conozca y crea la verdad que dice la Biblia. La libertad legal fue ganada por Jesús en la cruz, pero el vivir esa libertad real solo viene con el conocimiento de la verdad de la Palabra de Dios y esta dice claramente: “y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” (Juan 8:32)
La Biblia, la Verdad, dice que la muerte y resurrección de Cristo triunfaron sobre los principados y potestades del reino de maldad, dejándoles sin armas, es decir, la obra de salvación y libertad ya fue cumplida (en el pasado) por medio de la obra de Jesús, pero es la responsabilidad de cada uno conocer esa verdad, creer en Jesús como su Salvador y Libertador y ejercer esa libertad.
Usted no tiene que luchar “de poder a poder” con el diablo, ni gritarle más fuerte, sino solamente exponer la verdad de Dios. Cada creyente podrá vivir en una libertad completa cuando conozca, crea y viva la verdad de la Palabra.
Con Dios no hay “medias tintas”: la verdad es la verdad y la mentira es la mentira y solo hay un camino a Dios: Jesucristo, quién le quite o le añada a esto es mentiroso y está contra Dios. Confiese a Dios en oración las prácticas de esclavitud en las que se haya visto envuelto y renuncie a ellas. Pídale al Señor que reprenda y aparte de usted a todo espíritu engañador y pídale al Espíritu Santo que lo guíe a toda la verdad.
La libertad se tiene que mantener porque Satanás intentará nuevamente atraparlo. Para mantener la libertad hace falta mantener una correcta relación con Dios y seguir conociendo y haciendo suya la verdad de la Palabra de Dios.
Pastor Jorge Cupido
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