Una promesa es la seguridad dada a alguien de palabra o por escrito de que se dará o se hará algo, generalmente algo bueno. Es la expresión de la voluntad de dar o hacer una cosa por alguien.
La historia está llena de promesas incumplidas por parte de personas, gobiernos y organizaciones, en cambio, las promesas de Dios siempre se cumplen y la Biblia está llena de ellas y hoy, más que nunca, necesitamos conocerlas y apelar a ellas.
La Biblia nos explica quiénes son los beneficiarios de esas promesas, como son, y a causa de que reciben esas promesas: debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas. (2ª Pedro 1:4)
Está bastante claro, las promesas son de Dios, debido a quién Él es, son para sus hijos y son grandes y preciosas. La palabra “preciosas” significa “costosas”, “valiosas” y es la misma palabra que se usa para describir el valor de la sangre de Jesús, que es valiosa porque es divina, pero también porque pagó el enorme precio del rescate de la humanidad del castigo eterno.
Dios nos quiso dar estas promesas, por lo tanto, no tienes que convencerlo de que te las conceda. Ya fueron proclamadas fuertemente y garantizadas por Él y por Su Palabra. Lo único que tienes que hacer es creerlas y actuar en consecuencia a esa fe.
Ahora bien, hay promesas incondicionales y condicionales. Las incondicionales son las que se van a cumplir si o si, sin importar que hagan los seres humanos. Las condicionales son las que tienen un instructivo que seguir para que se cumplan.
Te voy a decir tres cosas muy importantes sobre las promesas condicionales de Dios:
- Las promesas de Dios están disponibles sólo para aquellos que son de Jesús. Todas las promesas tienen su cumplimiento a través de Jesús.
- El beneficio de la promesa viene solo cuando obedeces y trabajas para hacer tuya la promesa de Dios. Lo primero que tienes que hacer es conocer y familiarizarte con las promesas y después cumplir los requisitos o instrucciones de la promesa, entonces puedes esperar que te sea cumplida.
- El alcance de las promesas de Dios es para toda situación en esta vida. Además de las promesas para la eternidad, hay promesas para todos los grandes y pequeños problemas y asuntos de la vida. Tus promesas se refieren no sólo a las cosas espirituales, sino también a las materiales.
Por otra parte, tienes que esperar con paciencia el cumplimiento de las promesas de Dios. A veces tardará, pero se cumplirá. Las promesas terrenales se cumplirán en el tiempo de Dios, no en el tuyo, y el tiempo de Dios siempre es el mejor, el más oportuno. Las promesas eternas se cumplirán cuando Jesús regrese
Dios tiene grandes, preciosas y maravillosas promesas para ti. Hay más de 3,500 en la Biblia. Te doy poquitos ejemplos: de rescate en tiempo de angustia, para el cansancio, físico, emocional o espiritual, de victoria, de ánimo, de sanidad, de paz, de satisfacer tu necesidad, de protección y muchísimas más.
Lo que necesitas es conocer la promesa, creer la promesa y actuar de acuerdo con la promesa. El resultado siempre es real y siempre es de bendición para ti.
Pastor Jorge Cupido
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