Una red es un aparejo dispuesto para pescar, cazar, cercar o sujetar. Además de las veces que se usa la palabra red refiriéndose a atrapar peces, el término se emplea en la Biblia, de manera figurada, para representar un medio de atrapar a otros y llevarlos cautivos o causarles un mal.
En este tiempo, o hemos caído o estamos a punto de caer en varias de esas redes, pero hay una muy peligrosa, de la cual debemos escapar: las redes sociales. Además de las “fake news”, sitios peligrosos, fraudes, “bullying” y demás, se han convertido en una prisión para muchos.
Hay muchas escenas lamentables en restaurantes y otros lugares, donde las parejas y las familias están mas interesadas en las redes sociales que en sus acompañantes. Cada uno está metido en su celular. Muy triste y dañino, porque están destruyendo la comunicación familiar y de amistad.
Durante un partido de futbol, los narradores comentaron que los grandes cañoneros habían prácticamente desaparecido del futbol mexicano, porque los jugadores de antes se quedaban después del entrenamiento a practicar sus tiros. Los de ahora ya no, apenas termina el entrenamiento corren a sus celulares para checar sus redes sociales.
Otra imagen de esto es con los sucesos importantes en la vida de un amigo o familiar. Por ejemplo, el cumpleaños era todo un acontecimiento, ibas a su fiesta o lo menos que hacías era llamarle por teléfono. Y cuando estaba de luto le acompañabas físicamente en su dolor. Pero ahora la gente expresa su felicitación o pésame con un simple mensaje de texto, y en un chat general, porque las redes han matado el toque personal.
Hace un tiempo, tome un descanso en la playa. Me tumbé en uno los camastros e inmediatamente quedé embelesado por el concierto inigualable de belleza natural. El cielo y el mar competían en sus tonalidades de azules y blancos, las olas daban un maravilloso espectáculo de movimiento y sonido, al que se unían el viento y las aves. Entonces vi hacia uno y otro lado y ¡oh sorpresa! toda la gente en la playa estaba metida en su celular, perdiéndose toda esa maravilla de la creación.
Estos ejemplos ilustran que la gente, en general, está atrapada en las redes sociales. Sea en la casa, en el transporte, en las cafeterías, en todas partes, la gente es prisionera de las redes sociales. Se han vuelto como una droga, una adicción y ya no se puede estar sin ellas.
No estoy declarando “demoniacas” las redes sociales o el celular, de ninguna manera. Son solo herramientas que la tecnología nos ha dado, para usar para bien o para mal, al igual que la energía nuclear o el dinero. Cada uno escoge su uso.
Como toda herramienta, las redes sociales tienen sus ventajas y desventajas. Pero las relaciones personales y la amistad requieren reciprocidad y empatía, algo que las redes sociales no ofrecen. Lo peor es que le roban a la persona el tiempo y atención que le corresponden a Dios, causando una separación en esa relación que tanto necesita.
Necesita salir de la trampa mortal de las redes sociales. No estoy diciendo que no las use, sino que las dosifique y las controle para que no le tengan prisionero y destruyan su vida familiar y espiritual.
Aquí le doy tres recomendaciones:
- Nunca use el celular en la mesa.
- Nunca use el celular en la cama.
- Haga un ayuno de redes sociales de una hora diaria.
Pastor Jorge Cupido
@jorgecupidoqro
EL SELLO
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Domingos, 11.30 am
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