La historia de Isaac es una historia sobre la provisión de Dios. Hoy en día podemos confiar en que sigue siendo el mismo Dios que provee para todos los que confían en Él.
PRIMERA PROVISION SOBRENATURAL
Dios puso a prueba a Abraham y le dijo que fuera al monte Moriah y ofreciera a su hijo en sacrificio. Abraham decidió obedecer e inició la marcha con su hijo. Isaac estaba aprendiendo, de primera mano, cómo luce la fe en acción. Nosotros, como padres, somos el modelo a seguir por nuestros hijos en todas las áreas, pero especialmente en nuestra fe en Dios.
Dios había sido fiel en el pasado, al hacer lo que parecía imposible. Aunque Abraham no sabía cómo, tenía la certeza de que Dios cumple Sus promesas y que tanto él como su hijo regresarían.
Mientras caminaban juntos hacia el monte, Isaac hizo una pregunta ¿dónde está el cordero para el sacrificio? Abraham le respondió: El cordero lo proveerá Dios. Abraham no podía saber en aquel momento que Dios, efectivamente, iba a proveer un cordero en sustitución de Isaac para el sacrificio.
Tampoco sabía que la expresión “el cordero lo proveerá Dios” era una profecía mesiánica que se cumpliría muchos años después, cuando Dios proveería un sacrificio supremo a través de la muerte de su único Hijo, el Cordero que sería inmolado por los pecados del mundo. Cuando, 2000 años después, Juan el bautista vio a Jesús exclamó: ¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! (Juan 1:29)
Cuando llegaron al lugar señalado por Dios, Abraham construyó un altar y preparó la leña. Después ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. ¡Que momento! ¡Las emociones a tope! Sin embargo, ambos estaban dispuestos. Isaac se dejó atar y colocar sobre el altar, sabía lo que seguía y no protestó, ni se defendió, ni se quitó. Había aprendido la fe de su padre y también esperaba la provisión de Dios.
Finalmente, Dios detiene a Abraham y provee el cordero para el sacrificio. Isaac jamás olvidó esta lección y vivió siempre esperando la provisión sobrenatural de Dios.
La fe y la acción son inseparables. Lo que creemos se demuestra con lo que hacemos.
SEGUNDA PROVISION SOBRENATURAL
Abraham escogió a un siervo de confianza y lo envió a su tierra natal para encontrar una esposa para su hijo. Isaac, que ya conocía la fe de su padre y, sobre todo, la provisión sobrenatural de Dios, estuvo de acuerdo. Sabía que, así como Dios había provisto un sacrificio en sustitución, también proveería la esposa adecuada para él.
Esta historia es otro recordatorio de que Dios proveerá. Él ya había escogido la esposa para Isaac, y quedó claro, por la forma en que respondió a las oraciones, que Rebeca era la que había elegido.
TERCERA PROVISION SOBRENATURAL
Isaac tenía 40 años cuando se casó con Rebeca. 20 años pasaron y no tenían hijos porque Rebeca era estéril. Isaac tenía la misma promesa de Dios de ser padre de multitudes y la creía. Entonces Isaac puso nuevamente su fe en acción y oró al Señor en favor de su esposa y ella quedó embarazada. Pasados 9 meses, ella dio a luz a mellizos: Esaú y Jacob.
El cumplimiento de la promesa de Dios siempre es seguro, aunque suele ser lento desde nuestra perspectiva. La fe de los creyentes ejercita su paciencia y comprueba los resultados.
EN CONCLUSION
Dios conoce nuestras necesidades y es más grande que nuestros problemas. La Biblia dice: Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús. (Flp 4:19)
Dios no cambia, así que, como suplió las necesidades de Isaac, también suplirá nuestras necesidades si creemos y obedecemos.
Pastor Jorge Cupido
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