Hace años, había una canción mexicana cantada por “Los Panchos” que decía: “Me voy pal pueblo, hoy es mi día, voy a alegrar toda el alma mía”.
Pues hoy es su día y va a alegrar toda el alma suya. Le voy a platicar una historia espectacular que le va a convencer de esto. Hoy es el día en que puede dejar atrás todo lo que le preocupa, le enferma y le lastima.
El mundo es un lugar de maldición, de problemas, en el que transitamos con agresiones, violencia, desamor, guerras, inmoralidad, pobreza, enfermedades y todo tipo de broncas.
Las personas buscan el escape y la solución en todo tipo de cosas, menos en Dios, pero solo en Él está el poder sobrenatural y la respuesta.
Esta es la historia. Había en Jerusalén un estanque llamado Betesda, donde había una multitud de enfermos de todo tipo, porque habían oído que un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. Y había allí un paralítico que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: “Levántate, toma tu lecho, y anda”. Y al instante aquel hombre fue sanado.
Maravilloso ¿no? El estanque de Betesda representa el lugar de las enfermedades y los problemas de todo tipo. Es el lugar de la necesidad. Obviamente la multitud de enfermos nos habla de que no recibían lo que necesitaban, hasta que Jesús se hizo presente y todo cambió.
El problema es que a veces nos quedamos tirados por años en nuestros problemas. En vez de llegar a la presencia de Dios, estamos estacionados en el estanque de Betesda cantando “sufrir me toco a mi en esta vida, llorar es mi destino hasta el morir». Pero no es así. Si alguien quiere salir de sus problemas y ser salvo, sano y prosperado, tiene que venir a Jesús.
La buena noticia es que Jesús está vivo, es el mismo de siempre y le ama. No importa su condición, ni su problema, usted no tiene que esperar ni un día mas, hoy es su día.
No tiene que andarle pidiendo favores a nadie que no sea a Dios mismo, el Todopoderoso. Al igual que al paralítico, su vida puede cambiar diametralmente.
Si ha estado 38 días, semanas, meses o años con una enfermedad o problema, hoy es su día. Busque a Dios, entre a Su presencia, escúchelo y siga sus instrucciones. Le aseguro que dejará el estanque de Betesda para siempre. Jesús dijo:
Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. (Mat 11:28)
Pastor Jorge Cupido
@jorgecupidoqro
EL SELLO
@ElSello.Qro
Domingos, 11.30 am
San José 498, Col. Carrillo Puerto, a 100 m. de Av. 5 de Febrero
Querétaro, Qro.