En la intimidad de su hogar, ante el cobijo de su esposa Carmen María y de sus hijos Mauricio, Carmen María y Sabina; respirando la calidez que el hogar le otorga y ante un Árbol de Navidad que evoca el amor, la humildad, el agradecimiento y la esperanza; el senador Mauricio Kuri González, pensativo, hace el balance del año y subraya: “Ha sido un año con muchos retos y desafíos, un año que nos enseñó que en cualquier momento todo puede cambiar, un año muy doloroso para las familias, no solo en el aspecto de salud, también en el aspecto económico, pero también nos recordó el valor de la familia y el deseo de continuar aprendiendo día con día.
Rodeado de sus hijos y esposa, que le dan la fuerza y el valor para seguir adelante ante la adversidad provocada por COVID-19 y de frente a la pandemia, aprovecha para invitar a las familias queretanas a vivir con responsabilidad las fiestas decembrinas, recordando que la salud es primordial y a pesar de no poder estar juntos como todos quisieran, dijo, la tecnología ha ayudado y permitido estar cerca a pesar de lo lejos que se puedan encontrar.
Expresó que sin lugar a duda el 2021 va a ser un mejor año que el 2020; “porque nos va a enseñar a salir adelante” y aseguró que Querétaro va a ser la luz que iluminará a todo el país. El gobierno sólo no puede, recordó que es responsabilidad de todos el salir adelante.
El que sea menos doloroso y menos prolongado nuestro encuentro, comentó Kuri, depende de todos los mexicanos, de la unión que podamos tener. Es primordial cuidarnos a nosotros y por ende cuidaremos a los que más queremos.
La Navidad es un momento de reflexión, un momento de estar en familia, de cariño, y el instante preciso de poder ser generosos con quienes más lo necesiten. “El mensaje que les dejo es, sentirse orgulloso de ser queretano; los que somos por convicción, de nacimiento o por elección, sabemos que vivimos en el mejor estado del país y tenemos mucho que hacer, tenemos que aspirar a ser mejores. Deseo que el Año Nuevo, 2021 esté lleno de paz y armonía, pues vendrán tiempos mejores.
Por: Nicte-Há Rico Sosa